"Nos sentimos perseguidos"
El ajedrecista tártaro Gata Kamski, de 20 años, ha entrado como un ciclón en el mundo del ajedrez. Nacionalizado estadounidense, se apresta a disputar las semifinales de los dos títulos mundiales
LEONTXO GARCIA. Gata Kamski "no tiene tiempo para vivir como un ser humano". Lo dice su padre, Rustam, que define a la nueva estrella del tablero como "un niño de 20 años" al que quiere convertir en doble campeón del mundo, de la Asociación Profesional (PCA), y de la Federación Internacional (FIDE). El desmedido amor paterno se tradujo en una amenaza de muerte al británico Nigel Short, eliminado por Gata (5,5-1,5) del ciclo de la PCA en Linares. Padre e hijo, estadounidenses de origen tártaro, se sienten perseguidos y quieren ganar mucho dinero para dejar el ajedrez.
El aparente mimetismo entre ambos en esta entrevista, que duró más de tres horas, sólo se rompió cuando Gata reflejó su auténtica personalidad al quedarse a solas con el periodista durante unos minutos. Rustam se niega a que su hijo hable con la prensa si él no le acompaña.
Pregunta. Hace ocho meses, usted dijo que había cometido un error al incentivar el talento de su hijo para el ajedrez. Ahora, tras una racha de triunfos impresionantes, ¿piensa lo mismo?
Respuesta. Sí. Estoy seguro de que Gata sería más feliz si se hubiera dedicado a otra cosa. Quizá se retire en 1995.
P. Pero si él está entre los tres mejores ganará dinero en abundancia, conocerá muchos países y será muy popular. ¿Es eso tan malo?
R. El dinero a chorros aún no lo hemos visto. Y no podemos disfrutar de los viajes porque Gata tiene que trabajar. Esta profesión es muy dura y no te permite llevar una vida normal. Somos luchadores pero no queremos luchar toda la vida. Si golpeas a tu oponente, le haces sufrir; si te golpean, sufres. No creo que eso tenga mucho sentido, prefiero tener una vida normal. Ahora no podemos parar porque estamos en un momento deportivo muy especial y nos ha costado mucho llegar tan lejos. Pero yo no permitiré que mis nietos jueguen al ajedrez profesional. Más vale que se dediquen a otra cosa; serán más útiles para la humanidad.
P. Gata, ¿se considera usted un ser humano normal?
R. Por supuesto; cada uno opta por una profesión, y yo he elegido ésta. Pero no renuncio a dedicarme a otra cosa en el futuro.
P. La UNESCO recomienda introducir el ajedrez en los colegios. Por lo tanto, su carrera deportiva sí contribuye a un bien social.
R. El ajedrez es muy útil por sus grandes virtudes pedagógicas. Pero la competición de élite es durísima. Resulta mucho más agradable practicarlo como pasatiempo que en la pugna deportiva.P. ¿Se retirará si es campeón del mundo?
R. Tal vez.
P. El optimismo de Rustam en cuanto a las posibilidades de cambiar de vida no concuerda con su pesimismo durante las partidas. Siempre dice que la posición de Gata es muy mala, que va a perder o que es un niño pequeño.
R (Gata). Mi padre es muy supersticioso y tiene miedo de decir algo positivo porque si afirma que voy a ganar, pierdo. Por eso no le gusta que alguien diga que tengo una buena posición. Le agrada justo lo contrario.
Rustam. Quizá sea una terapia preventiva para que mi corazón no me dé un susto. De esa forma, siempre estoy preparado para lo peor. Me siento a gusto cuando me acompaña Ljubomir Ljubójevic [gran maestro yugoslavo, residente en Linares]; me dice constantemente: "Mira, Gata va a perder".
P. Gata, es evidente que usted sufre mucho menos que su padre. Da la impresión de que nunca se pone nervioso.
R. Lo intento, aunque resulta difícil cuando estoy apura do de tiempo. Suelo pasear por el escenario de vez en cuando; eso me relaja. Por otro lado, corro cinco kilómetros diarios; lo considero esencial para mantenerme en forma.
P. Sus exigencias de instalar un biombo entre las mesas de las dos se mifinales y dos pasillos aislados, para comunicar el escenario con los retretes habrán hecho pensar a mucha gente ajena al ajedrez que ustedes dos están locos.
R (Gata). Que conteste mi padre.
Rustam. El ajedrez no es sólo un juego mental. La estrategia, la psicología, los nervios y la condición física son muy importantes. Antes del Mundial de la PCA del año pasado, Short dijo cosas terribles sobre Kaspárov; por lo tanto, no nos fiábamos de él. En la mesa de al lado iban a jugar Anand [Viswanathan, indio, próximo rival de Kamski en la final de candidatos de la PCA] y Michael Adams. Éste, compatriota de Short, es una persona excelente; pero Anand es muy amigo de nuestro rival. Sólo Gata cumple la regla de no hablar durante las partidas, y sufre las consecuencias. Nuestras exigencias iban dirigidas a garantizar que Short y Anand no hablasen. A pesar de todo, los dos incumplieron durante las dos primeras la regla de no acercarse a la otra mesa. En la tercera, les sorprendí juntos hablando en los pasillos, aprovechando que alguien había movido la separación.
Gata. Existen cantidad de trucos psicológicos que pueden usarse durante las partidas. Por ejemplo, ponerse detrás de mí durante la partida y hacer gestos. Le pedí que no lo hiciera, pero se le olvidó.P. Short se dirigió incorrectamente a Gata, y no al árbitro, porque le molestaba su persistente tos. Su hijo perdió la partida, y usted los nervios.R. Le dije a Short que si seguía violando el reglamento, y si el árbitro no hacía nada, le iba a matar. Pero sólo fue una expresión verbal. Después leí en varios periódicos que le había pegado; eso es falso. Ya estamos hartos de que mucha gente nos haga la vida imposible. Ahora estamos discutiendo sobre las fechas de la final de candidatos contra Anand. Su entrenador, Elizbar Ubilava [georgiano], dice que quizá tengamos que elegir entre jugar el ciclo de la PCA o el de la FIDE. Espero que el mundo del ajedrez nos apoye si surge ese problema. No podemos confiar en la PCA porque, en su última lista jerárquica, Gata está bastante más abajo de donde le corresponde por sus últimos resultados. Hemos protestado, y no nos hacen caso.
P. ¿Se sienten perseguidos?
R (Rustam). Sí. El dramaturgo Fernando Arrabal ya nos avisó de que usarían contra nosotros todos los métodos posibles. Nos escapamos de la URSS porque Gata no podía jugar allí, donde sólo contaban Kaspárov y Kárpov como figuras consolidadas. Pero en Estados Unidos tampoco nos ayudan.
Gata. Creen que puedo ganarles a todos. En realidad, yo no estoy tan seguro.
P. Rustam, ¿confía usted en alguien?
R. Lo único que pido son reglas claras, en lugar de oscurantismo. Debe crearse una Asamblea formada por los 50 mejores del mundo; estos determinarán las reglas con claridad, así como el reparto del dinero. Con el sistema actual, el campeón y el subcampeón se llevan 2,6 millones de dólares (338 millones de pesetas) mientras el total de premios de los semifinalistas en Linares apenas llega a la décima parte de esa cifra. Los jugadores han cedido los derechos de imagen y sus nombres a la multinacional Intel [patrocinadora de la PCA]; por lo tanto, su opinión debe ser tenida en cuenta. Si eso ocurrre si se constituye ese senado, estamos a favor de que se unifique el título. De lo contrario, Gata preferirá el cisma en el ajedrez mundial, aunque sea doble campeón del mundo, de la FIDE y de la PCA, porque así ganará bastante más dinero.
P. No todo el mundo les da la espalda * Los españoles Fernando Arrabal y Camilo José Cela, y el checo Milán Kundera y otros ocho intelectuales piden "el cese de las calumnias contra los Kamski para permitir que Gata nos colme con su inmenso talento".
R (Gata). Es un gran orgullo y un consuelo que personalidadees de ese calibre intelectual nos apoyen. Sentimos un cariño especial por Arrabal, que nos ha ayudado varias veces en momentos muy difíciles; es un hombre excepcional, un enviado de Dios para nosotros. No estamos solos.
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