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El pop lozano de Lush airea las profundidades de la sala Revólver

Los británicos utilizan el término lush cuando hablan de algo lozano o exuberante. Miki y Emina, dos amigas que tocaban la guitarra desde los 14 años, lo cogieron como nombre de grupo. Las dos se unieron a otros dos chicos en Londres, y desde 1988 se han convertido en una de las bandas más significativas de la independencia británica. La cosa era hacer canciones directas, cortas, de melodía irresistible para entrar a la primera. Lo que antes se llamaba pop por la cara.Así, han conformado un repertorio que, recogido en sus dos discos de larga duración -Spooky, de 1992, y Split, de ahora mismo-, han paseado por Japón, Gran Bretaña y Estados Unidos -llegando a actuar en el Lollapalooza, el festival de los independientes, de 1992, con Pearl Jam o Red Hot Chili Peppers-.

Miki Berenyi, la guitarrista y cantante de la dulce voz, es hija de una japonesa y un húngaro; la otra guitarrista, Emma Anderson, de un conocido explorador y escritor; el batería Chris Acland es descendiente directo del rey Eduardo III, y Philip King, el bajista, dejó la crítica musical en una revista especializada para dedicarse al pop.

Lush, hoy en Revólver (Galileo, 26), a las 23.00. Entrada, 2.000 pesetas.

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