Irureta y Valdano cambian de estrategia

Llegan los primeros cambios. Para el Real Madrid y para el Athletic de Bilbao, que se enfrentan hoy en el estadio Santiago Bernabéu. Valdano aplicará alguna de las correcciones que tiene intención de introducir en el equipo: ensanchar el campo con dos jugadores pegados a las bandas, Michel y Amavisca, que suplirá a Dubovsky. Laudrup y Martín Vázquez ocuparán la media punta, por el centro. Irureta modificará su sistema: abandonará el 4-4-2 con el que empezó la Liga y contestará las primeras críticas a su trabajo con un 5-3-2 más defensivo.Jorge Valdano se mostró en desacuerdo con los que creen haber descubierto las primeras dudas en el equipo. "Hemos acostumbrado a la gente a ganar y fascinar. Cuando no logramos alguna de las dos cosas, da la impresión de que defraudamos. Y parece que lo último clausura todo lo anterior. Parece que se impone la cultura del instante, pero no debe ser así".

"Los errores", añadió para responder a los críticos con la actuación del Madrid ante el Sporting de Lisboa y el Albacete, "los capitalizamos como enseñanza. Tratamos de ir aprendiendo a medida que nos equivocamos. No podemos vivir instalados permanentemente en la euforia. Es imposible. Con todo, sin euforia, seguimos obteniendo buenos resultados. Cuando el equipo no es brillante, sigue siendo sólido".

Con todo, el técnico reconoció que "el Madrid aún no es una garantía". "Tiene carencias", confesó, "que hay que solucionar en los próximos meses. Necesita más movilidad y abrir más el campo. De ahí la decisión de que juegue Arnavisca". El ex jugador del Valladolid suplirá a Dubovsky, un hecho al que se refirió el entrenador: "A veces, la única posibilidad de ayudar a un jugador es quitarle. Ayudarle a recuperar la serenidad y la perspectiva. Es un cambio saludable".

En su indignada alocución, Valdano aludió a "unos enemigos crónicos que tiene el Madrid", pero no aclaró su procedencia. "Unos son malintencionados", dijo, "y otros sencillamente débiles, cobardes, y esclavitos de los grandes. De momento, este mensaje no va para nadie. Con el tiempo, lo mismo soy más preciso".

El asunto Redondo no ha ocupado demasiado tiempo al Athletic en su planteamiento psicológico del partido. Mendiguren viajará con la expedición e Irureta no descarta que supla a algún compañero en virtud del desarrollo del encuentro. "Si no lo hiciera", afirma el técnico, "sería dar la razón a los que no la tienen".

Mayor zozobra produce en el Athletic las consecuencias del conflicto arbitral. Irureta teme los minutos iniciales del partido, hasta observar la actitud del árbitro respecto al rival madridista y la capacidad de intimidación que ejerce sobre sus jugadores. "Espero que mis futbolistas no se sientan mediatizados por esa circunstancia".

Por si acaso, Irureta modificará su sistema -ya alterado por la lesión de Valverde- para intensificar el muro. Garitano, uno de los jugadores emblemáticos en la transformación del equipo durante el periodo Heynckes, sería sacrificado en la línea media para incluir a Karanka en el eje defensivo hasta conformar una línea de cinco. A Irureta le preocupa el estado de gracia del que disfruta Zamorano y la conexión ideológica entre Michel, Laudrup y Martín Vázquez. Frente a ello pretende añadir confusión, es decir, presión defensiva para dificultar el diálogo futbolístico de estos jugadores.