Del maratón histórico a la soledad de Zubero
Los dos deportes olímpicos básicos, el atletismo y la natación, tuvieron exámenes veraniegos de fuste. Y ambos vivieron el brillo español, aunque su futuro parezca bien distinto.Los atletas, en la cita parcial de los Europeos, alcanzaron el cénit y los máximos momentos de asombro con Cacho, Antón y el triple éxito de los maratonianos, sobre todo. Nueve medallas -por dos de hace cuatro años en Split-, 16 finalistas y 31 semifinalistas -entre los 16 primeros-, colocaron a España al nivel de países como Italia y Francia, aunque éstos llevaran más atletas. El presidente de la federación española, José María Odriozola, se defiende de los fallos comparándolos con los de países que debemos tener como referencia, los citados Italia y Francia, o Alemania y el Reino Unido. Aun reconociendo que algunas eliminaciones a la primera fueron incomprensibles, mantiene que la proporción de eliminados incluso es algo menor que la de los otros países, que con más atletas superaron el 40%.
La natación tuvo ya sólo en la reunión máxima de los Mundiales a Martín López Zubero en el podio. Es el presente y el futuro de medallas. Plata en su prueba, los 200 espalda, sacó su genio ganando los. 100. El nivel natatono sigue siendo menor que el atlético, máxime cuando compiten dos nadadores. por país en lugar de tres atletas, lo que quita menos oportunidades en la élite. Pero el cómputo total del deporte acuático español sí fue más positivo que en los anteriores Mundiales de Perth. Allí hubo otras dos medallas, cinco finalistas A -entre los ocho primeros- y cinco B -del ocho al 16-. Ahora, dos, cuatro y 13.
El relevo. Fermín Cacho tiene otro rey como sucesor, Reyes Estévez. Todo indica que se trata de la mejor joya que jamás haya dado el medio fondo español. Los González y Abascal quedaron ya bien suplidos por Cacho, pero los técnicos señalan que Estévez romperá todos los moldes. Fue campeón de Europa júnior en 1993 en San Sebastián y sólo murió de soberbia en el Mundial de Lisboa de este año cuando atacó creyéndose demasiado ,superior y se quedó sin fuerzas en la última recta para acabar cuarto. Fue toda una cura de humildad y de experiencia. Pero es un gran competidor y con clase.
En Lisboa hubo nueve finalistas, y en pruebas variadas, lo que parece asegurar un relevo generacional hasta hace poco no muy claro. La joya femenina es Marta Domínguez, también campeona de Europa en 1993 y subcampeona mundial este año.
En natación, en cambio, aunque el nivel general es mejor, las medallas serán un sueño imposible en cuanto se vaya López Zubero. No hay delfines. No basta con irse a entrenar a Estados Unidos. Habría que nacer allí. O sea, convertir el Club Natación Sabadell en el Sabadellworld.
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