Un joven de 15 años herido en un encierro que duró tres horas
Las fiestas de Móstoles tuvieron un inicio accidentado. David Martínez, de 15 años, resultó ayer herido grave en el primer encierro de esta localidad. El encierro, que duró dos horas y cincuenta minutos, incumplió el reglamento de espectáculos taurinos. El retraso de cerca de una hora puede conllevar una multa de la Delegación de Gobierno de acuerdo con lo establecido en el Reglamento de Festejos Taurinos.Poco después de las ocho, nada más iniciarse el encierro, empezaron los problemas. Uno de los toros se resistió a salir del toril al tiempo que el joven David Martínez caía desde el burladero, quedando atrapado por uno de los toros, que le embistió por el lado izquierdo causándole heridas en el tórax. El herido fue inmediatamente trasladado al hospital del municipio por efectivos de Protección Civil, donde fue intervenido quirúrgicamente sin que su estado revista gravedad.
Pero ése no fue el único problema del encierro. El tercer toro ni siquiera pisó el asfalto. Desde el principio se resistió a salir del toril, contra cuyas paredes estuvo golpeándose un buen rato ante el asombro de los espectadores. Los otros dos astados que lo acompañaban en el encierro iniciaron una carrera que fue más bien un paseo. Los toros se detenían a cada paso y uno de ellos llegó a sentarse en mitad del recorrido.
El ambiente entre las peñas y el público que presenciaba el encierro -unas ocho mil personas, según fuentes municipales- era de indignación. "Nos han traído ovejas en vez de toros", gritaban. Los intentos de los mozos por mover a los animales no dieron ningún resultado. Una hora después, uno de los toros consiguió terminar el recorrido, mientras que el segundo se mantenía en sus trece.
Finalmente, ante la imposibilidad de quitar al toro de la calle y cuando estaban a punto de cumplirse las tres horas del inicio, las peñas decidieron meter por la fuerza al animal sujetándole los cuernos con una soga que fue arrastrada por un tractor. Muchos de los participantes calificaron de "salvaje" el procedimiento de remolque del bicho y pidieron a los miembros de las penas que picaran al animal allí mismo.
Una vez acabado el encierro, un portavoz municipal, que no quiso calificar el procedimiento por el que fue retirado el animal de la calle, justificó en cierta medida el suceso: "No había otra alternativa, dada la situación creada en la plaza". La misma fuente aseguró desconocer si se había incumplido la normativa taurina, puesto que "fue más bien un accidente".
Las recomendaciones municipales sobre la manera de proceder para mayor seguridad de los mozos sirvieron ayer de poco. El encierro fue de los más aburridos que han vivido en las fiestas patronales de esta localidad de 16.000 habitantes.
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