Policías y psiquiatras protagonizan la gran noche de los premios Emmy

Hubo pocas sorpresas durante la 46ª entrega de los Emmys, los premios de la televisión anunciados el domingo por la noche en Pasadena (California). El mayor imprevisto se reservaba para el final: ni siquiera el presentador, John Lithgow, fue capaz de ocultar su asombro al leer el último Emmy, a la mejor serie dramática. El premio más importante no fue para Policías de Nueva York, pese a haber recibido seis galardones durante la ceremonia y ser clara favorita (con 26 nominaciones). Picket Fences, que en total se alzó con cinco Emmys, ganó en esa categoría. Los premios de telecomedia tuvieron un protagonista absoluto: Frasier.

La serie sobre el psiquiatra Frasier Crane, personaje que hizo su debú en la desaparecida Cheers, obtuvo cinco Emmys tras una primera temporada meteórica. La dirección, los guiones y el protagonista (Kelsey Grammer) recibieron su respectivo premio. Como colofón, era evidente que Frasier (con 11 nominaciones) obtendría el Emmy a la mejor telecomedia del año.Pero esa regla de tres, o mejor dicho de cuatro, no funcionó con Policías de Nueva York (habitual en Tele 5, que seguirá emitiendo nuevos capítulos). El creador de esta serie es Steven Bochco, autor de otra popular serie de agentes del orden: Canción triste de Hill Street.

Después de ganar, en el apartado dramático, por mejor dirección, guión y protagonista (Dennis Franz, el agente en otra pequeña gran sorpresa de la noche), Policías de Nueva York no pudo alzarse con el Emmy a la mejor serie dramática, que fue para Picket Fences, la no menos extraordinaria producción de David E. Kelley (que el público español vio en Antena 3).

El orondo Dennis Franz (el detective Andy Sipowicz), ya un clásico de la tele, dio las gracias a todo el equipo de Policías de Nueva York pero se dejó fuera a su compañero de reparto y competidor por el Emmy, David Caruso. Éste ha sido muy criticado por abandonar la serie y había dicho que no acudiría a la ceremonia, aunque al final asistió para mostrar a las cámaras su cara de niño enfurruñado.

Candice Bergen fue elegida mejor actriz de comedia por encima de candidatas como Helen Hunt (Mad about you) o la mismísima Roseanne. Es el séptimo Emmy para la protagonista de Murphy Brown (emitido en España por La 2).

Bache para 'Seinfeld'

El premio a la actriz dramática fue para Sela Ward, protagonista de Sisters (Hermanas, serie que TVE emitirá próximamente). Con dos premios por mejor actor secundario (Michael Richards) y montaje, quedó un tanto hundida en el olvido Seinfeld, la telecomedia que el año pasado era lo más de lo más y que ahora atraviesa un bache creativo. Y es que los índices de audiencia y los Emmys no corren siempre de modo paralelo.

La popular serie Roseanne (emitida en España por las televisiones autonómicas)- obtuvo sólo un premio (Laurie Metcalf como mejor actriz secundaria) y la telecomedia más vista en Estados Unidos, la anodina Home improvement, se fue con las manos vacías.

El telefilme sobre la homosexualidad y el sida And the band played on, que en España se estrenó en cine con el nombre Al filo de la duda, resultó la mejor película hecha para televisión y además obtuvo premios por selección de reparto y montaje.

El éxito de la multipremiada Frasier se basa, además de la presencia de Kelsey Grammer, en un equipo de guionistas que explicaron de este modo su premisa a la hora de trabajar: "James Burrows [creador de Cheers y Frasier] nos dijo que estaba prohibido hacer chistes malos". En cuanto a Grammer, su biografía no es algo que pueda calificarse de hilarante. Su padre y su hermana fueron asesinados, a sus dos hermanos los mató un tiburón, y él acaba de finalizar un tratamiento de desintoxicación de drogas y alcohol.

David Letterman, el líder en CBS de los talk shows nocturnos, imbatible frente a su competidor de la NBC Jay Leno, se alzó con el Emmy al programa más destacado de variedades.