¿Tony Blair?

El joven líder del Partido Laborista británico, Tony Blair, sigue fascinándonos con la campaña de distanciamiento de su partido del movimiento sindical. Su última estratagema ha sido cenar con los líderes sindicales reunidos en la convención anual del Congreso de los Sindicatos (TUC) en Blackpool sin involucrarse en el tema del día: la huelga de los guardabarreras de los ferrocarriles. Su justificación ha sido que cree en que el conflicto se solucionará pronto si no se complica con "interferencias políticas". (... )Pero ( ... ) ¿cuáles son los méritos de su "política de no interferencia"? En el mejor de todos los mundos posibles, los acuerdos laborales serán responsabilidad de las circunstancias económicas. Si luna industria sufre presiones por la competitividad o las pérdidas económicas, los empleados servirán a los intereses de cada tino si se prestan a trabajar más por menos dinero. Si la industria prospera, tienen derecho a más beneficios. ( ... )

Pero volvamos a la huelga de los guardabarreras. Los principios arriba indicados no se aplican cuando la empresa en cuestión es propiedad del Gobierno. A duras penas se puede pedir a los políticos que se queden al margen cuando representan a los propietarios. ( ... )

Admiramos la política de no interferencia de Blair en principio. Pero esperamos que si llega al número 10 no practique la no interferencia en las responsabilidades de Gobierno.

9 de septiembre