Van Almsick pasa de la eliminación al récord mundial
Franziska van Almsick, la nueva estrella del deporte alemán, pasé de la frustración al delirio en el plazo de seis horas. Batió el récord mundial de 200 metros libres -1m 56,78s- en los Mundiales que se celebran en Roma, pero tuvo que desplazar a su compañera Dagmar Hase para lograr un puesto en la final, una acción polémica, provocada por los tremendos intereses económicos que rodean a Van Almsick.Derrotada por la china Ying Le el lunes en la final de 100 metros, la posición de la nadadora alemana se desestabilizó aún más en la serie matinal de 200 metros. El exceso de confianza la colocó fuera de los ocho tiempos que daban acceso a la final. Pero el poder de Van Almsick es indiscutible. La delegación alemana obligó a su nadadora Dagmar Hase, campeona olímpica de 400 metros, a renunciar a su puesto en la final en favor de Van Almsick, sostenida por unos contratos publicitarios superiores a los 400 millones de pesetas anuales. Dagmar Hase no tiene ninguno. Tuvo que ceder su sitio.
La respuesta de Van Almsick fue espectacular. Situada en la calle ocho, se batió en un duelo inolvidable con la china Lu Bin. El resultado de la batalla fue un nuevo récord del mundo: 1m 56,78s, casi un segundo mejor que la anterior plusmarca, en poder de Heike Friedrich desde los Mundiales que se disputaron en Madrid en 1986.
Van Almsick es la última representante de la vieja máquina de la RDA. Sin embargo, su figura se aleja de los moldes que consagraron nadadoras como Kornelia Ender, Ute Wegeniger o Heike Friedrich. Es un prodigio de ligereza, el objetivo más buscado por los fotógrafos alemanes, más aún que Steffi Graf.
La jornada tuvo otro héroe, el estadounidense Tom Dolan, autor del récord mundial de 400 metros estilos, con 4m 12,30s,seis centésimas menos que el récord que poseía Tamasz Darnyi.
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