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CiU advierte que los "ataques a Cataluña" pueden hacer un gran daño a España

Los nacionalistas catalanes están dispuestos a mantener su política de pactos con los socialistas pese a las críticas que reciben desde fuera de Cataluña, muchas de las cuales consideran injustas y peligrosas. El consejero de Economía de la Generalitat y número dos del Gobierno catalán, Macià Alavedra, ratificó ayer la voluntad de mantener el pacto CiU-PSOE y advirtió que los ataques que se lanzan contra Cataluña desde algunos partidos políticos y medios de comunicación -con el único fin, sostiene, de minar esta colaboración- pueden tener un "coste brutal" para toda España.En sendas entrevistas publicadas por los diarios La Vanguardia y El Periódico, Alavedra advirtió que "crear tensiones territoriales por motivos partidistas o por motivos de interés político inmediato es hacer un increíble daño a España".

El consejero rechazó nuevamente las críticas de que CiU someta a un chantaje político al PSOE -"hablar de chantaje es absurdo y carece de fundamento", dijo- y argumentó que la mayoría de las medidas de política económica y autonómica que pactan con los socialistas benefician a toda España y no sólo a Cataluña. Por lo que respecta a la negociación de los Presupuestos del Estado para 1995, Alavedra reiteró la voluntad de los nacionalistas de llegar a un acuerdo, aunque advirtió que ello no debe darse aún por hecho.

El apoyo de CiU a los presupuestos está condicionado, explicó Alavedra, a la consecución de un acuerdo sobre la introducción de incentivos a la economía productiva y a la competitividad -a través de la rebaja de las cuotas empresariales a la Seguridad Social, entre otras medidas- y a otras cuestiones de carácter autonómico: la participación de las comunidades autónomas en la gestión del Fondo de Cohesión europeo, la financiación de la sanidad y el nuevo modelo policial.

El presidente de la Generalitat y de Convergència, Jordi Pujol, por su parte, eludió ayer hacer comentario alguno sobre la oferta lanzada por el presidente del PP, José María Aznar, al PSOE para pactar los presupuestos al margen de CiU.

Caja registradora

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El alcalde de Barcelona, el socialista Pasqual Maragall, terció también ayer -a través de una entrevista publicada en el diario Avui- en el debate. Maragall atribuyó a CiU una parte de culpa en la actual "polémica anticatalanista", que por otra parte calificó de "fenómeno epidérmico, coyuntural y electoralista". El alcalde criticó a los nacionalistas por "hacer demasiado ruido con la caja registradora" cada vez que llegan a un acuerdo con el Gobierno, ofreciendo una visión de los pactos con el PSOE que no se corresponde con la realidad.A juicio de Maragall, la colaboración de Cataluña en la gobernabilidad del Estado no pasa tanto por CiU como por el PSC y especialmente por el vicepresidente Narcís Serra, al que considera "el centro del Gobierno".

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