"Se ha demostrado que nos falta bastante"
Maturana entiende que el Atlético debe mejorar aún táctica y mentalmente
El talento de Mijatovic, los errores defensivos propios y la renuncia al juego ordenado en ataque en cuanto el resultado se complicó. Estos tres factores fueron los que, según su nuevo entrenador, Francisco Maturana, llevaron al Atlético a su primera derrota liguera. El colombiano se sorprendió, sobre todo, de la obstinación de sus jugadores en colgar balones a la olla como principal recurso ofensivo."Fue un partido extraño", comentó el técnico, "en el que al mirar el resultado uno no sabe en realidad si jugó tan mal. Yo creo que nos encontramos con un jugador [Mijatovic] que supo aprovechar en cinco minutos todos nuestros errores. Después, el Atlético se guió por el corazón y perdió la figura y el orden que queríamos que tuviera".
El entrenador colombiano disculpó de alguna forma a sus jugadores por derrumbarse tras el tercer tanto valencianista: "Cuando a un equipo le marcan dos goles en menos de cinco minutos, es muy difícil reaccionar. Es un hecho que pesa bastante, sobre todo por el compromiso que hay con la afición".
Al principio, el técnico prefirió no hablar sobre los aspectos más negativos de sus jugadores ("lo que menos me gustó es para analizar en privado", dijo, "y lo que más, la afición"), pero luego abordó ciertos aspectos: "Se ha demostrado que nos falta bastante. Fueron más los deseos de agradar, que la cabeza fría y el orden. Me sorprendieron tantos balones a la olla. Se había hablado que teníamos que estar por encima de la angustia de un resultado. Hay que trabajar la táctica y la mentalidad".
Sobre la posición retrasada que ocupa Caminero en el nuevo sistema impuesto, dentro de la primera pareja de centrocampistas, muy alejado de su sitio natural y con su poder de llegada muy reducido, Maturana le echó la culpa al propio futbolista: "Él mismo se acomodó en ese puesto. Ahí se siente más cómodo porque tiene más panorama. Nosotros tratamos de acomodar al jugador en el sitio que mejor se siente él mismo".
Jesús Gil, el presidente del Atlético, trató de mantener la calma pese al tropiezo e intentó transmitir tranquilidad. Con todo, el dueño del club no pudo ocultar su tremenda desilusión: "Unos goles inexplicables, unos fallos que no se entienden, el portero que no ha tenido su día. La verdad es que no he entendido nada. Pero hay que encajar el tropiezo con tranquilidad".
El presidente se reunió con la plantilla al término del encuentro, pero, según dijo, no con ánimo recriminatorio. Ni siquiera para pedir explicaciones. Al contrario, para animar el ambiente. "En estos momentos", explicó, "es cuando hay que darles más ánimos. Esto acaba de empezar. No pasa nada".
El partido de ayer supuso el debú con el equipo de dos de sus últimos refuerzos, Geli y Valencia. El primero lamentó la forma en la que se produjo su estreno. "Lo que importaba", indicó, "era que el equipo ganase. He empezado con mal pie. Nada más salir, en la segunda parte, nos han hecho dos goles y eso nos ha descentrado mucho. No sé a qué se debió, pero ha pasado y debemos aprender de ello".
El otro debutante, el delantero colombiano Adolfo Tren Valencia, jugó todo el partido, pero tampoco lució. Maturana, que le conoce de su etapa al frente de la selección de Colombia, le disculpó: "Adolfo es mucho más de lo que se demostró hoy. No se dieron las circunstancias para su presentación. Fue un debú apresurado". El propio jugador reconoció que su actuación no estuvo a la altura del fútbol que se espera de él, pero aseguró que se trata de una simple cuestión de falta de acoplamiento. "En tres o cuatro partidos", afirmó, "veremos al verdadero Valencia".
El goleador colombiano habló de mala fortuna: "La primera parte fue muy buena. Gozamos de muchas oportunidades, pero no concretamos. Tuvimos mala suerte. No es cuestión de echarle la culpa a nadie. Lo que hicieron ellos fue aprovechar sus ocasiones. Con el 1-2, entramos en el desespero por empatar y eso no se debe hacer nunca. El gol acaba por llegar solo".
Carlos Alberto Parreira, el entrenador del Valencia, reconoció que su equipo no jugó bien en la primera mitad, "pero sí en la segunda". "Este triunfo", dijo, "nos va a dar la confianza de saber que podemos ganar en cualquier campo".
Un debú precipitado
Adolfo Valencia, el refuerzo postrero del Atlético para poner remedio a la ausencia de goles, se vio obligado a debutar antes de lo previsto. Unos problemas intestinales de Kiko le hicieron aparecer ayer en el equipo. Y el goleador colombiano acusó su falta de entendimiento con sus nuevos compañeros. Con todo, dejó sobre el campo tres remates: una cabezazo al larguero (m. 19), otro desviado (m. 30), y un disparo con la derecha que se estrelló en el lateral de la red (m. 66).Por lo demás, falló en cuatro de las doce acciones de trámite que ejecutó; no le salió ninguno de los dos regates que intentó a lo largo del partido; forzó tres saques de esquina, uno de ellos (m. 79) tras un centro-chut envenenado desde la banda derecha que obligó a estirarse a Zubizarreta; cometió una falta (sobre él, ninguna), y lanzó dos pases de peligro, sólo uno de ellos con éxito: un cabezazo hacia atrás para Manolo, cuyo disparo final lo detuvo Zubizarreta. Un estreno, pues, más bien pobre.
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