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Se acabó lo que se daba

Pué que al regreso me tenga que tragar el video de los vecinos que fueron al Caribe, pero el veraneo a Dios gracias correlativamente bien, aunque finalizo tan gruesa como llegué a la playa. Lo de los cuerpos Danone es un cuento como la Yerbafonda, que es el potingue que te deja como Jane Fonda, dicen, o como la Joya Comegrasas del doctor Chan, que me la ponía yo con el objeto de que me quitara tres kilos mientras dormía por la noche, como prometían las propagandas. Y ahora dice la autoridá que la mariposa cervical, las nusquis y las nusquitas tampoco son medecinales. No se va a poder fiar una ni de la Teletienda.-Me cuentan los vecinos que ya han vuelto que han asfaltao las periferias y los coches van mejor, asín que no me se enfriarán más los pies de esperar a la camioneta en invierno, pues era por lo mal que iba la circulación periférica, según el médico. También es buena noticia que nos han desatascao el tritón de la fuentecilla del portal del Bloque los Arándanos, que ya luce más suntuario.

Por si las moscas me voy a llevar el punto pal atasco, aunque la última vez quise probar la espalda de un jersey pa mi Oscar Luis en un benemérito de esos que hacen gimnasia con el cipotillo luminoso pa dirigir la circulación, y me se soliviantó. Señora, me dijo, yo soy un guardia civil, y no un maniquí, usté perdone, es que hago punto como terapia pa los atascos, y es idéntico que mi hijo mayor, un buen mozo. Y se calmó.

Ahora semos más europeos en la carretera, y sólo nos matamos unos 50 en la Operación Retomo, otra cosa es lo de los inciendos, que este verano han chamuscao mucha fincabilidad. Son las poblemáticas de siempre. En cambio un éxito lo del turismo, por más que el Ismael se quejaba de que en el chiringo hacíamos poco gasto en gambas plancha y almejas, ya ve usté, qué lujos se va a permitir la familia de un fresador como mi Manolo. Bastante ha sido con poder veranear en los apartamentos Madreperla, eso sí, sin dejar de ser gladiadora del hogar un solo día.

A pesar, de todo, disfrutaron, los peques, Manolo y servidora. Lástima que no fuimos capaces de hacemos con la endemoniada hamaquita metálica. ¿Sabe usté si se saca primero el respaldo, el asiento o los brazos?, porque pa mí fué imposible. Otro verano será. Y ustedes que lean.

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