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Tribuna
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El 'rondó global'

El rondó. El Madrid escenificó ante el Palmeiras un rondó global. En el lenguaje de los profesionales del fútbol un rondo es un ejercicio que consiste en mover rápidamente el balón sin que el contrario logre interceptarlo. En la práctica diaria el enemigo suele ser una pareja de jugadores que intentan arrebatar el balón a seis rondistas. El efecto visual de un rondo sería el de una especie de tio vivo en el que la pelota hace las veces de eje de giro. Un rondo bien ejecutado es, además de un ejercicio de gran dificultad, un recreo visual.

El control. Equivale a decir sencillamente que, mientras yo tengo el balón, el contrario no puede hacerme daño. En segundo lugar, la posesión y el movimiento de la pelota me permitirán reponerme del esfuerzo que presté para recuperarla. Puesto que el contrario no puede hacerme daño, yo podré disponer de un tiempo necesario para conseguir dos objetivos: recuperar el aliento y ordenar mi posición sobre el terreno de juego. Eso hizo anoche el Madrid.

El Palmeiras. Es un grupo de maestros del toque y el recorte pero el Real Madrid consiguió imponer su ritmo de carrusel, logró evitar el contagio de lentitud que los grandes equipos suramericanos suelen infundir, remontó en dos ocasiones y, por si fuera poco, casi todos sus jugadores dejaron destellos de calidad individual o, dicho de otro modo, de fútbol de la alta escuela.

Invitación a la esperanza. En el Bernabéu se vio a un equipo que empleaba sus mejores recursos. Como dice Valdano, este Madrid invita a la esperanza.

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