Último ensayo en tiempos de récord

Miguel Induráin efectuó ayer en el velódromo de Burdeos la última prueba de esfuerzo dura antes de que el viernes afronte el intento de batir la plusmarca mundial de la hora, en posesión del escocés Graeme Obree, con 52,713 kilómetros.El corredor navarro realizó, de nuevo a puerta cerrada, cuatro series de 10 minutos a pleno esfuerzo, en las que rodó a paso de plusmarca, entre los 16,8 y 17,1 segundos por vuelta, equivalentes a tiempos de entre un minuto y siete segundos y 1:8 por cada 1.000 metros, que, de mantenerse, supondrían una distancia final superior a los 53 kilómetros.

Entre cada periodo de esfuerzo, Induráin descansó ocho minutos, en los que Sabino Padilla, médico del Banesto, aprovechó para tomarle -al minuto y a los cinco- muestras del ácido láctico, testigo biológico de fatiga, cuya progresión se controla con respecto a la velocidad para saber la carga metabólica que ésta le supone al corredor.

El de la jornada de ayer fue el último trabajo fuerte que efectúe el corredor hasta la hora del intento de la plusmarca. Mañana y el jueves serán días de recuperación, de descanso activo. Induráin rodará suave en carretera y en el velódromo lo hará tras moto. El corredor ha anunciado que, en caso de fracaso, no habrá repetición del intento a los pocos días.

La filtración por parte de la Federación Francesa de su posible positivo en el Tour de L'Oise no ha descentrado al corredor. Sabino Padilla anunció ayer a Radio 1, de Radio Nacional, que si este asunto no se aclara, "si las cosas llegan al límite, quizás sería cuestión de ir a los tribunales".

El secretario de Estado para el Deporte, Rafael Cortés Elvira, se mostró ayer convencido de la resolución de este problema "sin que se produzca merma alguna del prestigio del ciclista".

Cortés Elvira, que días pasados se reunió en París con diversas autoridades del deporte mundial y francés, destacó su satisfacción por sus reacciones en apoyo del corredor español y descartó que haya existido maniobra alguna por parte francesa.