EL GRITO DE SERGI

Un tenista de leyenda como Manuel Santana se lo dijo hace unos años: "Con la tierra no basta. Debes ser un campeón en cualquier superficie". Y Sergi Bruguera, de 23 años, ha seguido sus consejos. Es el mejor jugador del mundo sobre tierra batida y lo demostró de nuevo el pasado mes de junio cuando se proclamó campeón de Roland Garros por segunda vez consecutiva. Pero ya nadie puede encasillarle sólo en las pistas lentas. En julio ratificó en Wimbledon que su juego no es monolítico, que es capaz de cambiar los esquemas y de plantearse nuevos objetivos. Y ahora debe intentarlo otra vez en el Open de EE UU que ayer iniciaron tanto él como Arantxa y Conchita sobre el cemento neoyorquino.-