Destino: Isidoro. Campamento. Palencia / Remite: Araceli.

Isidoro, chato, ha venido a verme una antigua amiga que lleva dos años viviendo en Costa Rica. Me ha hablado de su marido, que apaga pozos de petróleo incendiados. Una vida apasionante. Luego me ha preguntado por mi novio y, según le hablaba de ti, se me iban cayendo los lagrimones. Me he dado cuenta que eres más triste que un caballito de mar. El, encima, la lleva de viaje por Centroamérica y tú, para una vez que me sacaste, me llevaste al cine a ver Bambi. Así que, después de dos días de llanto ininterrumpido, he tomado una decisión irrevocable: que te den mucha morcilla.Yo ya no puedo seguir más tiempo con un tipo que lleva seis años en Arquitectura y el único examen que ha aprobado es el de admisión en la tuna. Y, dicho sea de paso, después de dos intentos. ¡Qué lástima! Si vieras el rebote que se cogen mis padres cada vez que vienes a desafinar debajo de la ventana... Que ya no es porque aporrees mal la bandurria, es que mi viejo madruga. Isidoro, carajo. Te lo digo para que tengas más tacto con la próxima. Ah, y evítale el suplicio de tener que ir a tu casa todos los domingos. Que no sé qué es peor, si lo de tener que llamar "mamaíta" a la bruja de tu madre o lo de comerse el cocido, con lo duros que le salen los garbanzos. Parece que se está uno tragando un collar de perlas, oye. Por no mencionar las amenas sobremesas: que si internamos al tío Paco, que si dejamos de internarlo.

Bueno, chato, que disfrutes haciendo de monitor con los hoy scouts. Escríbeme si quieres, pero deja de mandarme maceteros de macramé, que tengo la habitación llena. Un beso: Celi.