Bugs Bunny 'superstar'

Qué hay de nuevo, viejo? Esta inofensiva pregunta ha desconcertado durante mucho tiempo a científicos de todo el mundo... Un recomendable especial dedicado al célebre personaje de dibujos animados Bugs Bunny, no! da la respuesta esta noche a las 23.35 en La 2.El simpático conejo, una creación de la Warner Brothers, cumplió en 1990 medio siglo de saludable vida y, para celebrarlo, un documental nos cuenta, con numerosos testimonios de sus creadores, los pormenores de su nacimiento y las hazañas más sobresalientes de su escalada hacia la fama.

Todo empezó en el Hollywood de los años treinta. El éxito de las estrellas, de Walt Disney y puso en pie de guerra a los creativos y dibujantes de Merrie Melodies y Looney Tunes. El productor y cazatalen tos Leon Schlesinger se escondía tras la plantilla. Se buscaban, sobre todo, ideas lunáticas. Las minipelículas La caza de la liebre de Porky (1938), El conejo atolondrado (1939) y La cándida cámara de Elmer (1940), que los interesados podrán ver esta noche, marcaron su, prehistoria conejil. ¿Pero, cómo se convirtió en estrella de Hollywood una rudimentaria y gris liebre a la que el cerdito Porky quería liquidar?

La liebre salvaje (1940) de Tex Avery clavó su personaje. El de un listillo roedor de zanahorias que no le tiene miedo a nada y siempre dice lo que piensa. Un dicharachero de risa contagiosa que nunca pierde los papeles, a no ser que le pinchen extraños o algún coprotagonista de sus aventuras como el viejo Elmer o el vaquero Sam, El Bigotes Bob Clampett, puso en marcha todas sus bromas pesadas y las mayores dosis de humor negro. Chuck Jones se convirtió en su psicoanalista y descubrió las líneas maestras de su personalidad. Ambos, pusieron método a sus divertidas y conocidas locuras, que terminaban siempre con un grito: ¡Esto es todo, amigos!

En La liebre escurridiza (1947) de Fritz Freeleng, Bugs Bunny ya era una superestrella que se codeaba con los grandes ídolos como Bogart, Carmen Miranda o Groucho Marx. Acaparaba todas las atenciones de la Warner, era un conejo de la suerte con mucho talento.

Carl W. Stalling el autor de las sintonías aparece también en este especial junto a Mel Blanc, El hombre de las mil voces, el creador de la característica , voz nasal de Bugs que dedica al espectador su colección de sonidos guturales y onomatópeyas. Por cierto, la frasecita " ¿Qué hay de nuevo, viejo?", era la típica coña de estudiantes que formaba parte de la jerga de uno de los muchos padres de este cincuentón superstar, pariente del Pato Lucas, Correcaminos, Piolín y Speedy González. Thats All Folks!