El tapiz africano
De verdad que lo del Guernika famoso no lo entiendo, yo sólo veo una cuadra mu desorganizá, pero da igual mi gusto no cuenta, Manolo flipa con el Guernika y viajamos con él, y aquí que lo tenemos colgao en la pared. Bueno, lo teníamos, porque ayer mismo María tuviste una debilidá, y, acongojá de ver a esos negritos que pasan por la playa con un mercadillo ambulante de la parte de Afri-ca sin que nadie les haga ni puñetero caso, pues por dos mil pelas compré un tapiz asín: montañita con castillo, cielo con luna en cuarto, oasis con lago y palmeritas, guerrero moro con un aire de Omar Sharif sobre camello, y aquí lo más bonito, pues mientras con el brazo izquierdo recoge a una doncella, con el derecho está estoqueando a un dragón que saca la cabeza del lago con el objeto de comerse a la chica. Y tó en una calidá extraordinaria, nudo de lana de oveja exótica, ni churras ni merinas, sino mucho más esóticas, y encima el negrito, niu simpático, me regaló un hipopótamo en madera tropical pa sujetar las espasas, porque en casa somos modestos, pero que no falte la cultura, mayormente si la entiendo y es suntuaria.Conque cambio el cromillo del Picasso por el tapiz, un detalle con estos negritos de patera que las pasan morás porque la política está hecha de espaldas al pueblo, mayormente si es africano. Y estoy preparando el gazpacho de la cena tan contenta, cuando en éstas sube Manolo y me la arma porque le he retirao no una obra de arte, dice, sino un símbolo, y aluego viene la vecina alemana Gretchen pa pedirme prestada la yogurtera y me dice que el tapiz es anticuaden y horrorosen, y aunque medio lo dice en alemán me entero, habráse visto atrevimiento, ella, que es un edefesio, con zapatillas turquesas de borlón y el pelo teflio color azanoria.
¿Es bonito el tapiz o no lo es? Todo es correlativo, por que en cambio no les ofende el paisaje, verbigracia, donde yo sólo veo bloques, y torres de apartamentos, y más bloques, y personal, y personal, y más personal. Y eso es nuestro veraneo, y todos estamos encantados, y nadie dice que sea feo. ¡Pa que luego se metan con mi tapiz africano!
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