El récord de la hora, a casi 6.000 pedaladas

Hay que hacer 53 kilómetros. Valdrían 52,713 (actual récord de la hora), pero hay que contar con un cierto margen. Además, el récord no se quiere batir por un centímetro. Sería defraudar la expectación que se ha levantado. Ha de verse y la mejor manera de conseguirlo es dando ¡qué menos! una vuelta más a la pista de las que dio Obrec. Si él se detuvo cuando estaba a punto de iniciar la2l la, Induráin ha de ser capaz de dar 212. El equipo de élite de Banesto se encierra a partir de hoy en el velódromo de Burdeos para empezar a echar cuentas. La primera fase ha proporcionado resultados satisfactorios, aunque no óptimos. Que si el manillar, que si la horquilla, que si me duele el brazo de girar siempre al mismo lado...pequeños detalles que no obsesionan. El material acabará estando a punto y el organismo, también.Lo importante es que Induráin sea capaz de mover un desarrollo que le permita avanzar 9,25 metros por pedalada y que soporte una frecuencia de casi 95 pedaladas y media por minuto, una tarea de titán. Manejando estas cifras, los números empiezan a salir: un desarrollo que avance 9,25 metros significa que hay que dar 5.724 pedaladas durante una hora, que llevarán a que Induráin tarde en cada vuelta 16 segundos y 9 décimas. Con un matiz: no hay salida lanzada y hay que invertir unos cuantos segundos, bastantes, en alcanzar la velocidad de crucero, o sea, que hay que ganar milímetros y centésimas a las previsiones. Pero tampoco preocupa en exceso. Se han echado cuentas y se ha visto que el récord es posible.

Matemáticas

Un récord en pista tiene mucho de matemáticas y poco de impulsos viscerales. De nada vale hacer una vuelta en 15 segundos y la siguiente en 18; el ritmo medio ideal puede seguir siendo el mismo que se pretende, pero el organismo sufre el desgaste de ir a tirones. Todo ha de ser suave y constante; por eso todo un equipo de especialistas trabaja en torno a Induráin. Se trata de que cuando sus trabajos confluyan en el corredor, sean compatibles. Induráin puede mover un desarrollo de casi diez metros por pedalada, pero le dispararía las pulsaciones a 195 por minuto ante el mayor esfuerzo, y no podría mantenerlas durante una hora, por lo que su rendimiento iría a menos. El equilibrio ha de ser absoluto y es precisamente lo que se va a buscar esta semana: frecuencia cardíaca que permita el esfuerzo durante una hora, metabolismo muscular que libere energía y no ácido láctico, desarrollo superior a nueve metros y frecuencia en tomo a las cien pedaladas. La sincronización de todos ello conducirá al éxito.Lo que le queda por acostumbrarse a la pista. Hacía más de un año que no la pisaba, cuando disputó un criterium en Valencia, pero nada que ver con lo que le espera. Ahora tiene que seguir una línea, que es la que le lleva por el camino más corto. El récord se contabiliza no por distancia total recorrida, sino por número de vueltas y se sabe que en el velódromo de Burdeos cada una de ellas tiene 250 metros.

El doctor, Sabino Padilla, ya ha hecho su trabajo. Sabe a qué frecuencia cardíaca y nivel de esfuerzo óptimos tiene que pedalear Induráin. La prueba de lactotemia que le realizó el sábado se lo ha desvelado. Ahora le toca el turno al corredor y al resto de su equipo, seguir respondiendo. Induráin está tranquilo: "Todos los problemas se van solucionando. Lo más difícil es adquirir velocidad sobre la bicicleta, darle toda la potencia que es capaz de absorber", ha dicho.