El marido de la maestra desaparecida en Lérida se pega un tiro al descubrirse su presunto asesinato
El olor del cadáver delató a Faustino Pons, de 47 años. El cuerpo de su mujer, Maribel Bobet, de 45, cuya desaparición Pons había denunciado el pasado sábado, estaba enterrado en una finca familiar situada en las proximidades de Lérida. Los agentes, alertados por el hedor, comenzaron a remover la tierra, mientras Pons se alejaba con la excusa de una llamada telefónica. Fue a su coche, cogió una pistola y se pegó un tiro en la cabeza. Pons, interventor en una caja de ahorros de Lérida, permanecía ayer ingresado en un hospital de Barcelona en estado muy grave. La policía intenta averiguar las razones que pudo tener el presunto homicida para asesinar a su esposa.
Bobet era maestra de EGB en el colegio privado Clavé desde hacía 23 años. Desapareció el pasado sábado y su marido, con quien llevaba casada unos 25 años, denunció el suceso. El matrimonio no tenía hijos. El coche de Maribel fue encontrado, pero no su monedero. La zona fue rastreada sin éxito e incluso un helicóptero la sobrevoló el martes en busca de pistas. Nada.El propio Pons designó a un portavoz de la familia, como en los casos de secuestro: su amigo y abogado Francesc Sapena. La policía comenzó sus investigaciones en el entorno familiar, aunque no sospechaba del marido.
La policía llamó ayer a Pons para que les acompañase a la finca que la familia de su esposa tiene en Montoliu, a unos 10 kilómetros de Lérida. El presunto asesino colaboró en todo momento con la policía, según el Gobierno Civil de Lérida. Los agentes iniciaron sus pesquisas por la pequeña casa de la finca, para después rastrear el terreno. Caminaban por la finca en compañía de Faustino cuando, poco antes de mediodía, notaron un fuerte olor que procedía de una esquina del terreno. Los agentes comenzaron a remover la tierra. A unos 20 centímetros de profundidad y bajo una fina capa de hormigón, descubrieron el cadáver de Maribel.
Pons había preparado hormigón durante el fin de semana para hacer un banco, según explicó entonces a sus vecinos.
El marido no estaba ya en ese momento con los policías. Cuando comenzaron a remover la tierra, se excusó diciendo que tenía que hacer una llamada telefónica, según fuentes policiales. Faustino se dirigió a su coche, un todoterreno, y empuñó una pistola del calibre 22. Los agentes no pudieron impedir que se pegase un tiro en la cabeza, pese a que le amenazaron con sus propias armas. El marido quedó herido muy grave y fue evacuado urgentemente al hospital Arnau de Vilanova, de Lérida, donde le fue realizado un escáner, antes de ser trasladado al hospital Clínico de Barcelona. El presunto homicida presenta herida de arma de fuego, con orificio de entrada en la región temporal derecha, que ha causado pérdida de sustancia cerebral. Los médicos que le atienden estudiaban ayer la posibilidad de operar a Pons para extraerle la bala alojada en su cabeza.
El juez de guardia ordenó sobre las dos de la tarde el levantamiento del cadáver. El cuerpo de Maribel estaba desnudo y en estado de descomposición. Maribel había abandonado el sábado su domicilio a las 7.30 para acudir al mercado semanal de Pardinyes. Nunca llegó. Ha sido, según la policía, un asesinato premeditado del que, si Pons no sobrevive, difícilmente se sepan las causas.
El comisario de Lérida, Carlos Aguarod, indicó que el presunto asesino siempre había tenido una conducta "intachable y modélica" aunque presenta la personalidad "de un chico de 18 años".
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