_
_
_
_

Los últimos días de El Chacal

La captura de Carlos es objeto de espectaculares titulares en los periódicos. La verdad , fuera de los mitos creados sobre él, es más bien pobre. Carlos fue un típico terrorista de los años setenta cuyos actos de extrema violencia no estaban apoyados en ninguna ideología coherente. Brilló al principio y luego sobrevivió en los lóbregos, intersticios de la guerra fría, y de la tensión de Oriente Próximo. Creemos saber mucho sobre él porque su reputación estaba inflada, en parte por la prensa y quizá por aquellos que deseaban dramatizarla amenaza terrorista y la supuesta mano de Moscú. La trascendencia de su captura es más histórica que efectiva. Ha sido probablemente resultado de un astuto negocio de Sudán o de alguno de los apoyos de Carlos en Oriente Próximo. ( ... ) El autosatisfecho ministro francés del Interior calificó a Carlos ayer como "uno de los más peligrosos y conocidos criminales del mundo". (...)Los revolucionarios que combaten en su propia tierra contra un poder opresor pueden defender su posición. Los actos arbitrarios de terror nunca pueden justificarse. Pero hay otros criminales hoy más peligrosos que Carlos, si bien sus nombres son, desgraciadamente, mucho menos conocidos. (...) Narcotraficantes y comerciantes de armas que ahora incluso pueden negociar con material nuclear robado. Puede que a El Chacal le haya llegado su día, pero el mundo no es hoy un lugar más seguro.

16 de agosto

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_