Las otras cornadas

Las fiestas de Leganés llegan con mal pie, a juzgar por el saldo de heridos de ayer: 17. Claro que los astados no tuvieron mucha culpa en ello. Más bien fueron los empujones, y en algunos casos el fuerte consumo de alcohol, los que llevaron a la mayoría de la gente a la enfermería.Los toros de Juan Muñoz salieron a las 8.20. Cerca de 30.000 personas presenciaron ayer el encierro subidas en la vallas colocadas por el Ayuntamiento de Leganés. Los primeros mozos cayeron al tropezar con los propios corredores; otros se golpearon al ser arrojados desde las vallas por la multitud y sólo dos resultaron alcanzados por las astas de los toros. En total fueron 17 personas las atendidas por motivos variados.

En el parte de guerra de la primera jornada de las fiestas en honor de la Virgen Nuestra Señora de Butarque figura herido un hombre de 60 años que debió de caer desde una de las vallas. También se incluye una chica de 19 años que recibió un puñetazo en plena mandíbula en el curso de una pelea, y un hombre con una herida de arma blanca en un glúteo.

El bando municipal -basado fundamentalmente en la consigna si bebes no corras- en el que se explicaba lo que no hay que hacer para participar en el encierro no fue excesivamente útil ayer. Pese a la confusión creada en algunos momentos, el encierro fue limpio y controlado. Se llegó incluso a dar instrucciones a los mozos por megafonía.

Tras 10 minutos interminables, los dos toros, las dos vacas y los dos cabestros entraron en la plaza. Muchos de los concentrados se quedaron en la puerta y se produjeron algunas protestas. El coso únicamente tiene capacidad para 3.000 personas.

Fueron enchiquerados sin excesivos problemas. Sólo un novillo se resistió a esta acción y permaneció en la plaza hasta las diez de la mañana, tras requerir la actuación de los cabestros. La formidable estampa del toro limitó el número de carreras y sólo los más valientes se atrevieron a probar fortuna.Los cabestros fueron los últimos en abandonar la arena. Uno de ellos protagonizó una cogida espectacular al voltear a uno de los corredores, que fue retirado en camilla. La tozudez del animal llevó el aburrimiento al graderío. La necesidad de utilizar una cuerda para llevar, a los animales al corral recibió los silbidos del público cuando la operación amenazaba con dañarlos, aunque finalmente las reses accedieron a ir hasta el corral de buenas maneras.

Sólo uno de los heridos, F. M. B., de 24 años, necesité ser trasladado al hospital Severo Ochoa tras ser atendido en el hospital de campaña que la Cruz Roja ha instalado junto a la plaza de toros. F. M. B. tenía una herida de ocho centímetros, de profundidad en el glúteo. Los otros dos atendidos, M. D. L y M. E. T. fueron intervenidos por heridas incisocontusas sin mucha importancia, según el parte médico. Del resto de los atendidos, nueve lo fueron por contusiones y esguinces y tres por intoxicaciones etílicas.

La fiestas de Leganés (170.000 habitantes) prosiguen hasta el jueves. El grupo musical Los Rodríguez es el encargado de cerrar los festejos de la localidad.