30.000 observadores vigilarán el domingo la limpieza de los comicios en México

Unos 30.000 observadores, de los cuales 1.500 corresponden a los llamados visitantes extranjeros, se encargarán de vigilar las elecciones presidenciales mexicanas del próximo día 21, lo que se considera una operación sin precedente en el país. Esta presencia de observadores, las reformas electorales realizadas en los últimos meses y los reiterados anuncios del Gobierno en favor de la transparencia de resultados hacen creer que la jornada del domingo puede ser también única hasta ahora en México.Sin embargo, las clases medias, el empresariado y otros sectores productivos del país temen grandes movilizaciones y desórdenes en días posteriores a las elecciones si el triunfo no lo obtiene el líder izquierdista Cuauhtémoc Cárdenas, el único candidato que se muestra públicamente desconfiado de todo este operativo oficial contra el fraude.

Cárdenas, hijo de presidente y conocedor profundo de las interioridades del Partido Revolucionario Institucional (PRI), donde militó hasta hace ocho años, no sólo piensa que todo esto suena a montaje sino que está convencido de que él y su organización, el Partido de la Revolución Democrática, van a ganar las elecciones, en las que se renuevan también el Senado y la Cámara de Diputados.

Este optimismo contrasta con las encuestas, que le adjudican entre el 8% y el 10% de los votos, cifras que colocan a Cárdenas en el nivel más bajo de aceptación de su vida política. Cárdenas, que ya ha anunciado mitines en todas las plazas del país el día 22 para festejar su victoria, ha reclamado insistentemente desde 1988 su triunfo en las anteriores elecciones presidenciales, donde presumiblemente aventajaba al hoy presidente Carlos Salinas de Gortari hasta que se cayó el sistema informático.