Un concurso de narices

Subió al escenario a regañadientes, casi obligado por sus amigos y familiares. Y su presencia causó pavor entre el resto de participantes, que agacharon la cabeza en señal de reconocimiento. José de la Calle, de 45 años, se llevó el quinto concurso de narigudos de las fiestas de la Paloma, celebrado en la medianoche del domingo. Y lo hizo, como bien indica su apellido, de calle. Los 143 milímetros de volumen de su nariz causaron sensación entre los muchos asistentes a tan nasal competición.

El narizómetro; un aparato medidor llamado pie de rey, utilizado sobre todo por los torneros, dictó su justa sentencia. La nariz de José de la Calle alcanzó 72 milímetros de longitud -algo más de columna y media de éste periódico-, 39 de anchura y 32 de profundidad. Total, 143 milímetros, que le situaron lejos, muy lejos del subcampeón, que se quedó en 130.

Semejante apéndice nasal permitió al ganador llevarse a su domicilio de la calle de Toledo una copa, un chorizo y una botella de vino. Según el presentador, miembro de la Peña de La Paloma, organizadora de este y de otros muchos concursos, "por fin hemos encontrado un vecino con un codo en la nariz".

Entre los 22 participantes había mayoría de mujeres. Una de ellas se quejaba de que no se hicieran dos competiciones, una masculina y otra femenina, "porque es imposible que las manolas podamos luchar contra el dueño de semejante escarpia".

Pero el primer sorprendido fue precisamente el vencedor, que afirmaba desconocer que su nariz era capaz de convertirle en campeón de algo: "Es la primera vez que me presento", explica, "y no imaginaba que pudiera resultar vencedor. ¿El secreto para mantenerla tan lozana? Lo ignoro.. Eso sí,. puedo asegurar que huelo y respiro de maravilla".

Pocas horas antes, los jardines de las Vistillas fueron testigos de una nueva edición del concurso de piropos. Mucho público se colocó ante el escenario, pero sólo seis chuletas se decidieron a participar. Uno de ellos fue, como de costumbre, Vicente Hernando, que por tercer año consecutivo se hizo acreedor al primer premio. La chulapa de ojos verdes cuyos encantos le sirvieron de inspiración escuchó con deleite este piropo ganador: "Tienes la cara divina y los ojos de ilusión, y se te escapa la gracia por los flecos del mantón". Para rematar la faena, Vicente Hernando obsequió a la concurrencia con otros dos piropos de su cosecha: "Por ti me cruzaba yo el Manzanares en el bigote de una gamba" y "pisa fuerte, bella moza, y no te dé cortedad, que si rompes las baldosas, las paga la Comunidad".

Otro de los protagonistas del concurso fue Iván Luque, un niño de cuatro años que, ni corto ni perezoso, subió al escenario para decirle a la musa del concurso que, "si la belleza fuera delito, tú tendrías cadena perpetua, chula mía".

El vencedor, a quien los organizadores nombraron "piropeador oficial de las fiestas", aseguró tras su victoria que "de joven no se me escapaba ni una. Pero hoy en día, esto del piropo es diferente. Los chavales apenas lo utilizan, y cuando lo hacen sueltan palabras malsonantes".

Hoy, tras la celebración de la solemne misa a la una de la tarde en la iglesia de la Paloma un piquete de gala del cuerpo de bomberos de Madrid procederá a descolgar el cuadro de su patrona, que quedará expuesto hasta las ocho de la tarde, hora de la procesión. La música de cinco orquestas pondrá después el punto y final a las fiestas más chulas de Madrid.