Tres equipos, tres historias

Croacia, Grecia y Rusia conforman la alternativa europea a la soberbia y el mal estilo, unido a unas enormes condiciones físicas, del equipo estadounidense. Ninguna de las tres selecciones llegó a Canadá en perfecto estado, sino al contrario. Cada una traía consigo una polémica historia. Al final, lo que ha quedado demostrado una vez más es que la capacidad competitiva, el talento natural y la solidez como colectivo son capaces de sobrevivir ante problemas de mayor o menor importancia.Croacia ha sido colocada como segura medalla de plata, pero no llegó al Mundial en las mejores condiciones, o al menos eso parecía. Kukoc y Radja, sus dos grandes estrellas que juegan en la NBA, fueron criticados por su entrenador, Guiseppe Giergia, en la víspera del partido inaugural. "Estamos pagando el precio de que sean grandes nombres y grandes jugadores, pero no están en las mejores condiciones para jugar ahora". Giergia fue más lejos. "No son los mismos que hace unos años. Quizás es el dinero que ganan. Ahora es mas difícil trabajar con estas estrellas".

Comenzó el torneo y todo quedó en un par de frases para el olvido. Kukoc y Radja han llevado el timón de su selección hasta colocarla en semifinales sin pasar el más mínimo agobio. Lograron tres cómodas victorias en la fase previa ante Cuba, Corea y Australia, destrozaron el supuesto milagro chino y masacraron sin piedad a los anfitriones canadienses (92-61).

Croacia no engaña. Está jugando con un cinco titular muy definido formado por Alanovic, Komazec, Kukoc, Radja y Vrankovic. Radja es el máximo encestador del conjunto y Komazec le sigue a corta distancia. A Vrankovic, dentro de sus limitaciones, se le ve más centrado, y está siendo el terror. Y luego está Kukoc, que dirige, asiste, anota, rebotea y da órdenes en los tiempos muertos. La pregunta está en el aire. ¿Tienen alguna posibilidad ante EE UU en la supuesta final?.

En julio Serguéi Belov, mítico jugador de la URSS y uno de los mejores deportistas europeos de la historia, debutaba al frente de la selección rusa en los Juegos de la Amistad. Rusia, subcampeona europea, era la gran favorita en un torneo que por más que se empeñe Ted Turner, su inventor y mecenas, es un relleno televisivo. Después de llevar 13 puntos de ventaja ante Puerto Rico en las semifinales, Rusia cayó derrotada (esto me suena). Por el bronce, EE UU con una pandilla de universitarios de segunda fila también les ganó. A Belov le tembló la silla. "Belov ha tenido la culpa", señalaron los críticos rusos. El extraordinaro alero aprendió con rapidez. Con el inconbustible Gomelski en la sombra, Belov ha cogido bien las riendas de un equipo que bajo su rudo aspecto, esconde enormes posibilidades. "Para un entrenador, nunca hay suficiente talento en un equipo. La fuerza de nuestro equipo reside en que el talento está al servicio del equipo". Al igual que Croacia, Rusia está jugando cada día mejor. Su mayor tesoro, la pareja Barazevich-Babkov dos joyas que aúnan dotes de mando, tiro exterior y capacidad de decisión. En la banda, Belov no para quieto. No vaya a ser, que le intenten otra vez quitar la silla.

Por último está Grecia, el mayor productor de historias truculentas del baloncesto mundial. En la fase de preparación para este torneo, el seleccionador dio un ultimátum a su federación. "O Fasulas o yo". El jugador está compitiendo en el Mundial, por lo que la resolución que tomaron los directivos es evidente: nuevo técnico. Grecia es el mejor ejemplo que se puede encontrar en el que un gran espíritu competitivo se aúna a la siempre necesaria dosis de suerte. Cayó en el grupo mas sencillo junto a Puerto Rico, una devaluada Alemania y Egipto. En el definitivo encuentro ante Puerto Rico, y de una forma descarada, Grecia buscó un resultado que le colocase en segunda posición, y le enviase al grupo de EE UU, Rusia Y Australia, mejor que no tener que jugar con Croacia, Canadá y, a priori, España. El intento les salió mal, y el tiro libre imposible de meter" que lanzó Bakatsias entro. Su disgusto duró sólo horas, hasta que China sorprendió a España. El grupo no deseado se convirtió en un chollo. Bastaba con ganar a Canadá para meterse en semifinales. Y en eso sí que Grecia es una especialista. A diferencia de España, Grecia no pierde los partidos clave.