El 59% de los 114.447 aprendices contratados entre enero y junio cobra más del salario mínimo
Hombre, con el graduado escolar conseguido, trabajador del sector servicios y con un sueldo mensual superior al salario mínimo interprofesional (SMI), es decir, 60.570 pesetas. Éste es el perfil tipo de los 114.447 aprendices que han suscrito un contrato entre enero y junio de este ejercicio, según los datos maneja el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. A lo largo de los seis primeros meses del año, empresarios y trabajadores suscribieron más de 630 contratos de aprendizaje diarios. Las centrales sindicales continúan mostrándose reticentes ante esta modalidad laboral.
El contrato de aprendizaje fue uno de los principales puntos de fricción entre el Gobierno y los sindicatos cuando tenían sobre la mesa la reforma del mercado laboral. Este contrato, que está en vigor desde el 3 de enero pasado, está dirigido a personas entre 16 y 25 años, aunque el tope no se aplica cuando se concierta con un trabajador minusválido. El sueldo mínimo del aprendiz es del 70%, 80% ó 90% del SMI, en el primer, segundo y tercer año de contrato, respectivamente.El muestreo elaborado por Trabajo con los 114.447 contratos que han llegado a sus manos señala que el 65,5% de los nuevos aprendices son hombres. Es decir, que sólo 39.502 mujeres suscribieron lo que los sindicatos bautizaron en su día como contratos basura.
La principal ocupación de los aprendices está dentro del sector servicios (el 63,9% de los casos). El 18,7% de los contratados hasta junio trabajaban como dependientes y el 8,5% lo hacían como camareros y similares. Tras el sector servicios, aparecen la industria (24,91/6), la construcción (10,5%) y la agricultura (0,7%) como el resto de sectores que reclutan aprendices.
El análisis de los salarios percibidos por los aprendices, núcleo de la reticencia sindical, arroja curiosas conclusiones. A pesar de que el mínimo legal está establecido para este primer año en 42.399 pesetas (el 70% del SMI), en el 80,2% de lo casos se supera ese límite. El 13,3% de los aprendices cobra entre 42.400 y 51.485 pesetas y el 7,9% percibe entre 51.486 y 60.570 pesetas. Cobrando por encima del SMI se encuentra el 59% de los casos.
Nula experiencia previa
El hecho de que la mayor parte de los aprendices cobren por encima del mínimo se debe en gran medida a que muchos de los convenios firmados a lo largo de este año recogen cláusulas específicas en este sentido. Este fenómeno ha ocurrido en convenios con un número de trabajadores tan importante como banca, construcción o químicas.
Andalucía, con el 18,6% del total, es la comunidad autónoma en la que se han suscrito más contratos de aprendizaje, seguida de Cataluña (17,3%), Madrid (13,8%) y la Comunidad Valenciana (12,8%). En cuanto al nivel de estudios, el análisis de Trabajo afirma que el 32,1% de los aprendices no posee el graduado escolar. Respecto a la experiencia profesional, el 51% de los trabajadores que han suscrito contratos de aprendizaje es la primera vez que trabajan.
Los sindicatos, sin embargo, siguen sin creer en este tipo de contrato laboral. El secretario de Comunicación e Imagen de Comisiones Obreras, Ángel Campos, manifestó ayer que los contratos de aprendizaje "continúan siendo modalidades basura, porque sustituyen empleo fijo por temporal", según Europa Press. En este sentido, aseguró: "Es un contrato basura que no genera derechos, y por eso hemos pedido a la Defensora del Pueblo que tramite un recurso de inconstitucionalidad tanto contra esta modalidad como contra toda la reforma laboral".
Además, Campos resaltó que si casi el 60% de los aprendices cobran por encima del SMI es porque "se pone de manifiesto que el salario ha pasado a un segundo plano, a cambio del empleo".
Aprender en el Ritz
"Pero, ¿cómo que qué tal me va?", se extraña óscar. "¡Si esto es el Ritz!". Óscar Arenas lleva tres meses trabajando, en el jardín del fastuoso hotel de Madrid, sirviendo combinados impronunciables y champañas insumes a una clientela más cuidadosa con las formas que con los gastos.Óscar tiene uno de los ciento y pico mil contratos de aprendizaje que se han firmado de enero a junio de este año. Acabó la EGB y se sacó el graduado escolar, como el 68% de los aprendices, aunque también estudió para auxiliar administrativo. Nunca había trabajado, y ahora lo hace en e sector e servicios, como el 64% de los aprendices.
Gana más que el 50% de los contratados bajo esta modalidad: unas 75.000 pesetas al mes. "Aunque eso depende", dice a media voz. De las propinas no habla.
¿Soltero? "Pues claro, soy muy joven". Óscar tiene 18 anos y vive con su familia. Su padre y su hermano mayor también trabajan. Desde que los Arenas dejaron Arévalo, un pueblo de Ávila, para trasladarse a Madrid, óscar ha descuidado su principal afición: jugar al fútbol. Ahora se conforma con los juegos de ordenador y con salir por ahí a oir a No me pises, que llevo chanclas, "que están pegando muy fuerte".
"Una de las cosas que más me gusta de este trabajo", confiesa el aprendiz, "es que no hay que madrugar". Aunque los horarios están sujetos a rotaciones, Óscar suele entrar a trabajar a eso de las doce o doce y media de la mañana. El jardín del Ritz está abierto todo el día, pero él se ciñe a las 34 horas semanales de aprendiz.
"Este trabajo está muy bien, y me gustaría seguir", asegura Óscar. ¿Seguir de camarero? "Me gustaría seguir en el Ritz", puntualiza. Su contrato de aprendizaje expira este mes de octubre. "No sé qué posibilidades tengo, pero mi jefe está contento conmigo y seguro que tengo suerte", vaticina.
Y para ayudar a la suerte, Óscar guarda una carta en la manga: "Bueno, ¿sabes?, mi tío es el maître". Sólo por una cosa estaría dispuesto óscar a olvidar el equipo de fútbol de Arévalo, y esa cosa es un contrato de ayudante en el hotel. Son sólo por un año, dice, pero "¡esto es el Ritz!".
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