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Odio la plancha

Ana Alfageme

Una encuesta que Juan Marín y su socia Cristina Carrascal hicieron a 2.000 mujeres les reveló que la plancha era la tarea mas ingrata de todas las que implica la casa. Así que desde abril sus empleados recogen la colada por la mañana y la devuelven -merced al trabajo de nueve planchadoras- a mediodía. Y si las prendas arrugadas se recogen por la tarde, se entregan a última hora.Desde 15 pesetas que cuesta planchar un pañuelo, las coladas medias son de 12 a 14 prendas, y lo que se gasta el cliente de media son unas 3.000 pesetas. Aunque un mantel de hilo para 24 comensales cuesta 1.000, él solito.

El teléfono de Don Planchón. suena de 30 a 40 veces al día. Pero el pasado 30 de, julio se volvió loco: por lo menos 90 madrileños querían hacer las maletas con todo su ajuar perfectamente planchado. "Nuestro cliente tipo es un hombre que vive solo e independiente o una mujer que le ocurre lo mismo. No están dispuestos a perder la tarde de un sábado planchando la ropa", comentan los dos socios. Alergia a los talleresPara quien sea alérgico a los talleres, existe un servicio llamado Fast-Car. Por 6.000 pesetas recogen el coche, lo llevan a la ITV y lo devuelven revisadito. Lo mismo ocurriría si el coche necesita una revisión o tiene una avería. "Siempre que se pueda mover él solo, nosotros nos hacemos cargo de él", dice Francisco Javier Travieso, el director de FastCar, un servicio nacido hace un año. "No pretendemos competir con las grúas", matiza Travieso. En esto, a veces paga el cliente y a veces el taller, que tiene acuerdos con la compañía -BMW, en Madrid, es un ejemplo-. Mercedes o Volvo utilizan a Fast-Car para su servicio de atención posventa. El sistema también funciona si lo que le ocurre al coche necesita varios días de reparación. Fast-Car se compromete a recogerlo y aparcarlo en la puerta de casa.

Para enfermos súbitos o acatarrados comodones están los chicos de la Farmacia a Domicilio, un servicio iniciado en marzo de este año por tres jóvenes que no llegan a los 25 años. Uno de ellos, Rafael Sueiro, de 20 años, estudiante de Empresariales, dice que su farmacia de guardia recibe 20 pedidos al día, cuando las boticas echan el cierre. Ya tienen 800 clientes. Por 2.600 pesetas al mes hacen los viajes que sean en busca del optalidón.Servicios a domicilio a los que EL PAÍS ha podido acceder.

Pizza World. 900 305 305. Pronto Marisco. 407 43 50. Jueves, viernes y sábados, de 19.30 a 22.30. Domingos y festivos, de 12.00 a 16.00. El Chino Veloz. 356 23 38. De 12.30 a 16.00 y de 20.00 a 24.00. Telelechal. 730 29 11. Zona norte de Madrid. De 11.00 a 16.00 y de 19.00 a 23.00. Tele Paella. 459 20 10 De 10.00 a 16.00 y de 20.00 a 23.30 Mitad norte de Madrid. Tele Frío. De 9.00 a 21.00. 5610156. Bocata y Olé. De 10.00 a 16.00 y de 20.00 a 24.00. 577 5189 y 575 68 36 (barrio de Salamanca); 445 72 83 (Iglesia) y 308 02 16 (Fernando VI). Fast-Car. 325 40 93. Don Planchón. Lunes a viernes, de 9.00 a 14.00 y de 15.00 a 19.00. 445 73 28 y 44 72 11. Farmacia a Domicilio. 575 53 75. De 14.00 a 17.00 y de 20.00 a 9.00. Fines de semana, las 24 horas.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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