_
_
_
_

La justicia persigue a una madre por esconder a la hija que dio en adopción

Dos afectos compiten en el corazón de Verónica, una adolescente de 13 años de Valdepeñas (Ciudad Real); uno antiguo, por su familia adoptiva, y otro reciente hacia su madre biológica. El 26 de julio huyó de la casa familiar y llegó a Madrid, donde permanece con su madre natural, a quien un juez ha ordenado arrestar.

Para Verónica, enterarse en julio de que era una hija adoptada fue un mazazo. Tres meses después, esta muchacha sensible y emotiva sufrió otro duro golpe: la muerte de Diego, su padre adoptivo desde que tenía dos años de edad. Su ánimo hizo aguas y comenzó a precisar ayuda psicológica.Tirando del hiló de su pasado se enteré de que tenía un hermano natural, además de aquellos con los qué había convivido en Valdepeñas. Desde enero comenzó a verlo con cierta asiduidad y a trabar relación con un amigo suyo a quien tomó un gran afecto.

Cada,vez se sentía más rara y más lejos de sus padres adoptivos. Y hace diez días tomó una decisión: coger una sábana, descolgarse por el balcón de su casa manchega y escapar a Madrid para reunirse con su madre, Elisa Alés, y su hermano de sangre.

El titular del Juzgado de Instrucción número dos de Valdepeñas, Adolfo Carretero, Sánchez, cree que Elisa ha tomado una decisión drástica que le puede pesar. "Sí ella no está de acuerdo en como se hizo la adopción puede impugnarla, o si quiere ver a la chica puede pedirlo, pero no esconder a la menor y no hacer caso a la policía cuando acude a su casa ni a los requerimientos del juzgado", añade este juez.

Elisa ha asegurado a la agencia Efe que ella lo único que ha hecho es "abrir la puerta a su hija". Niega que cediera en adopción a Verónica. "Aquello se hizo por tráfico de influencias", manifiesta. Esta mujer afirma que se enteró de todo el papeleo cuando Ya estaba hecho y qué desde entonces ha recurrido a cuantas instancias ha podido, incluído el Defensor del Pueblo.

La adopción data de 1987, cuando la adolescente era una niña de cinco años. Años antes Elisa fue a trabajar a Valdepeñas al club de alterne Dulcinea, ya cerrado, y propiedad de Diego Tercero, el fallecido padre adoptivo de Verónica.

Ella afirma que tuvo que dejar a la pequeña, con dos años, en casa del patrón -pagándole -un dinero por su manutención- porque se vio obligada a desplazarse a Madrid para cuidar a su otro hijo, aquejado de meningitis. El padre de los niños, del que está separada, vive en Galicia. "Me quedé sin trabajo y no pude seguir mandando dinero para la niña", asegura.

Pero la familia adoptiva afirma que Elisa abandonó a la niña y desapareció durante casi tres años. "Una meningitis no dura todo ese tiempo, cogimos cariño a la pequeña y, como necesitaba papeles para ir al médico y al colegio iniciamos los trámites de adopción, que ella tuvo que firmar", asegura Paula Tercero, hermana adoptiva de la adolescente.

La adolescente ha dejado una nota a sus padres adoptivos diciéndoles que les quiere mucho. Pero tanto ella, como su hermano y su madre biológicos aseguran que están dispuestos a dejarse matar antes de separarse.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_