Una fuerte tormenta eléctrica sembró de pequeños incendios la sierra

Una impresionante tormenta con abundante aparato eléctrico sembró de conatos de íncendio la sierra madrileña durante la noche del miércoles al jueves. Los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para atender los distintos focos. El peor, que no pasó de conato, se produjo en el límite del parque natural de la Pedriza.

Una tormenta que recorrió la sierra mantuvo a los bomberos de la Comunidad más ocupados de lo habitual la noche del miércoles al jueves. Los rayos caídos en varios puntos del norte de Madrid provocaron numerosos focos de fuego, que en la mayoría de los casos fueron sofocados por la propia agua de lluvia.Los bomberos realizaron algunas salidas en falso, ya que cuando llegaban al foco del fuego éste ya se había extinguido.

Uno de estos rayos fue probablemente el origen de un incendio en el parque natural de la Pedriza.

Este fuego precisó cuatro horas de intervención de los bomberos y la concurrencia de tres helicópteros para ser apagado, según fuentes del cuerpo.

La Pedriza es un área natural bien conservada y de alto valor ecológico situada dentro del parque regional de la Cuenca Alta del Manzanares. La zona afectada por el fuego, que se encuentra junto a los límites de La Pedriza, es pedregosa y en ella predomina una vegetación muy combustible de monte bajo y pinar.

El fuego se inició sobre las ocho de la mañana de ayer en el paraje denominado Hueco de San Blas (dentro del término municipal de Soto del Real). La forma de hondonada del enclave convierte en muy arriesgada la intervención de bomberos a pie. "Es muy peligroso y difícil que bajen porque el fuego puede extenderse por cualquier lado", explicaba un portavoz de bomberos.

Tres helicópteros

La extinción se realizó por vía aérea con tres helicópteros: el de agua, el de coordinación y el de la brigada aerotransportada. A las 11 de la mañana de ayer sólo quedaban dos focos y un helicóptero en acción. Una hora y media más tarde los efectivos contraincendios madrileños conseguían controlar el fuego. Una dotación de bomberos del parque de Tres Cantos quedo como retén para atajar un posible rebrote, que finalmente no se produjo.Pese a lo trabajoso de la intervención, los daños fueron escasos, tan sólo seis o siete pinos quemados y 600 metros cuadrados de sotobosque chamuscado. "Un incendio de menos de una hectárea como éste se denomina técnicamente un conato", recordó el portavoz de bomberos.

Otro rayo de la misma tormenta fue, al parecer, el responsable de un incendio en Manzanares El Real que obligó a intervenir a cuatro dotaciones de bomberos entre las 23.00 horas del miércoles y las 02.00 del jueves.

El incendio, que fue sofocado sin graves consecuencias, se desató en el kilómetro 43 de la M-607 (carretera de Colmenar). Durante el día de ayer, la única incidencia destacable se produjo en el cerro de San Pedro, dentro de Colmenar Viejo, y afectó únicamente a zona de pastizal.