Coincidencias esperanzadoras

Si es cierto que la historia está compuesta por ciclos que se repiten invariablemente, hay que estar de enhorabuena. España realizará un exitoso Mundial, si nos atenemos al buen número de coincidencias que se dan con respecto a hace diez años, fecha mítica del baloncesto español. Como Ocurrió en el verano de 1984, la competición se celebra en Norteamérica. En aquel evento había una selección muy superior al resto, plagada de grandísimas estrellas universitarias que a los pocos años dominaban la NBA. Jordan, Ewing, Perkins, Mullin, Tisdale y compañía tenían la medalla de oro asegurada antes de comenzar. En Toronto el oro también está vendido con meses de antelación, más o menos desde que, se dio a conocer la selección estadounidense.Las fechas son parecidas (principios de agosto), y el desfase horario puede permitir un revival de aquellas madrugadas de insomnio, lujuria y desenfreno popular (eso nos contaron). En Los Ángeles 84 faltaba la URSS, lo que dejaba un puesto libre en el podio. Aquí será Lituania, medalla de bronce en Barcelona. Más coincidencias. España está en el mismo grupo que los todopoderosos USA, como también lo estuvo en los Juegos californianos, lo que provocó no una, sino dos buenas palizas, aunque no importó por la satisfacción de conseguir la medalla de plata.

Hace un par de días llegó la última y definitiva similitud. En el penúltimo partido de preparación, la cosa se fue complicando por la violencia canadiense y la desvergüenza arbitral, lo que originó una espectacular tangana. Diez años atrás, la selección española concluyó su fase de entrenamientos con un viajecito a México, que es imposible de olvidar.

Estaban previstos tres partidos frente a los anfitriones. El primero casi acaba como el rosario de la Aurora. Las zancadillas era lo menos peligroso que te hacían. A la vista de la situación, se trató de convencer a Díaz Miguel, el técnico de entonces, para poner pies en polvorosa y prevenir antes de tener que curar. Nada. El segundo se disputó en un pueblo, a unos 200 kilómetros de México D. F. No hubo forma de evitar la pelea. 12 contra 12, puño en alto. Carreras, golpes y muchos "te voy a matar". Ya no hizo falta convencer a Antonio.

Por ahora, las cosas van viento en popa. Ya sólo falta ganar a Brasil, Croacia, Canadá, Rusia, Australia....y, el último día, dejar que los chicos de la NBA se diviertan y se lleven la medalla de oro. Hay que mantener las tradiciones.