Unos padres denuncian malos tratos en un campamento de verano

PASA A LA PÁGINA 5 VIENE DE LA PÁGINA 1"Pero luego la cosa empeoró y trataban a los niños como en un cuartel, a golpe de silbato y pegándoles si se portaban mal", recalca Pilar Luruena.

La inquietud de los progenitores aumentó cuando los chavales les contaron que hablar de noche en las habitaciones ocasionaba un castigo singular: correr bajo las estrellas en calzoncillos, los niños, y en camisón, las niñas. Según los padres, encerrar siete horas a un menor en una habitación o pegarle con una vara en plena marcha si no cumplía la disciplina eran prácticas habituales en el controvertido Campamento municipal.

Las quejas de los padres, que han llegado a escribir al presidente regional, Joaquín Leguina, para contarle lo sucedido, no van dirigidas sólo contra los monitores del campamento. El dueño de las instalaciones, un sacerdote llamado José Antonio, también ha sido acusado de ejercer una actitud vejatoria hacia los muchachos. "Vais a limpiar la carretera con la lengua" llegó a decirles supuestamente a los menores, según reconocen éstos. Este periódico intentó, sin éxito, localizar al párroco.

El sábado día 9 era la fecha escogida para celebrar el Día de la Familia y compartirlo con los padres. Cuando llegamos, los encontramos llorando y diciendo que se querían ir", explica Pilar. Un grupo de padres tomó entonces la decisión de rescatar a sus hijos, llevárselos a casa y denunciar a los responsables del campamento en el cuartelillo de la Guardia Civil de Carrión de los Condes. Algunos agentes se presentaron esa misma tarde en el lugar para interrogar a los monitores y jefes de la instalación.

El mismo sábado también visitó el campamento el concejal del distrito de Chamartín, Miguel Cantos, del PP. Las explicaciones del edil, siempre según los denunciantes, consistieron en tildar de blandos a los padres y reiterar que en el lugar hacía falta disciplina. EL PAÍS llamó durante toda la tarde del pasado viernes a la Junta de Chamartín sin conseguir hablar con el edil Miguel Cantos.

"Exageraciones infantiles"

"Son exageraciones infantiles magnificadas por los padres, que desde el primer día estaban llamando por teléfono para plantear exigencias", asegura Lourdes Isasa, responsable de General de Iniciativas, empresa que organizó las vacaciones municipales para los niños, Isasa acusa de lo ocurrido a uno de los padres: "Es periodista [no dijo de qué medio informativo], y con eso nos amenazaba para cambiar lo que no le gustaba". La polémica nace, según Isasa, por intereses políticos contrarios a Cantos. La promotora del campamento niega la existencia de malos tratos a los niños, pero justifica pedagógicamente el sacarlos al fresco en plena noche palentina. "Si los niños hacen jaleo a las cuatro, es normal que se les saque a dar vueltas al campamento; es educativo y se hace en todas partes", comenta.