_
_
_
_
_

Esta vez, en serio

Maradona no deja ninguna duda sobre la seguridad de su retirada

El final, por anunciado, no deja de ser triste para todos aquellos que gozan del fútbol como de una de las bellas artes: Diego Maradona ha confirmado que esta vez sí, que va en serio, que se retira, que no juega más. En el camino rumbo al último adiós queda todavía el trámite del homenaje y del partido de despedida que seguramente le organizará el fútbol argentino con estrellas invitadas y amigos suyos de todo el mundo.El propio Maradona se ha encargado de pinchar el globo que la prensa deportiva, algunos funcionarios del Gobierno y los aficionados que volvían a creer, se ocuparon de inflar. El sueño consistía en una serie de deseos que debían cumplirse en el siguiente orden: primero se trataba de que la FIFA no castigara duramente a Maradona por el dopaje comprobado en la Copa del Mundo. La sanción será comunicada oficialmente el 23 de agosto.

Luego debía entusiasmarse al jugador con la posibilidad de integrar la selección argentina que va a disputar en su país los Juegos Panamericanos en marzo de 1995. Si estos deseos encajaban, Maradona podría también realizar su sueño de despedirse jugando una temporada más en el Boca, el club del que es fanático y donde consiguió su primer título de Liga.

Como debe ser en toda fantasía que se precie de tal, en el montaje del proyecto se contemplaron las ambiciones de cada uno de los involucrados. Esto convenía también a los intereses del Gobierno, que poco antes de las elecciones generales celebraría los Juegos Panamericanos, con la participación de Maradona como capitán del equipo y, naturalmente, extendía el negocio de la prensa deportiva unos meses más. Pero nadie contó con que Maradona diría: "No".

El jugador se despide y se mete en la puerta giratoria que le dejará del otro lado, en la leyenda, y que a la vez le traerá de regreso algo más gordito pero convertido en entrenador.

"Sí", dijo, "si Carlos Bilardo es convocado para dirigir a la selección argentina y me llama, a mí me gustaría encargarme de los equipos juveniles. Desde el año 1979 -cuando Argentina, con Maradona, conquistó la Copa del Mundo- que no ganamos nada en esas categorías y creo que yo puedo transmitirles mi experiencia a los chicos". Maradona se ocupó de aclarar que sólo trabajaría con los juveniles de Argentina si el entrenador de la selección de mayores es cualquiera que no sea Passarella.

El conflicto entre Maradona y Passarella se insinúa como el que dividirá al fútbol argentino. Los dos ex capitanes de las selecciones que ganaron copas del mundo, en 1978, Passarella y en 1986, Maradona, no se hablan desde que integraron el equipo entrenado por Bilardo en 1986.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_