El acusado por error fue identificado mediante una foto policial de hace 16 años

Honorio SánchezMartín, de 35 años, se pasó ocho días en la cárcel de Carabanchel por un delito en el que nunca tuvo que ver. Este vecino de Móstoles (199.000 ha bitantes), separado y con una hija de siete años, fue acusado de violación el 2 de abril, cuando la víctima, abordada en el garaje de su domicilio, le reconoció a través de unas fotografías policiales de 1978. Honorio fue fichado en tonces, con 19 años, por cometer una falta menor. Cuando varios gentes fueron a buscarle a su casa, este vecino se encontraba ausente. Era sábado y al lunes siguiente Honorio visitó la comisaría para conocer la razón de su requerimiento. Sin embargo, volvió de nuevo a casa "porque los policías que llevaban el caso no estaban allí"."A los pocos días regresé a comisaría", explica muy afectado, "fui incluido en una rueda de reconocimiento y desde allí me llevaron a Carabanchel porque al parecer la víctima me señaló como su agresor". No tenía coartada: "A la una y media de la madrugada del 2 de abril yo estaba, en casa con mi hija".

En la cárcel, Honorio lo pasó muy mal, consciente del trato que entre los presos se dispensa a os presuntos violadores, pero era su hija quien peor lo llevaba ,cuando en la calle los niños se encargaban de recordarle lo que no había hecho su padre".

Las continuas peticiones de Honorio y su abogado para que se hiciese una prueba de semen que demostrara su inocencia fueron escuchadas por el juez, titular del juzgado de instrucción y primera instancia número 8 de Móstoles que, tras comprobar que el ADN obtenido no coincidía con el que se extrajo de la víctima de la violación, decretó la libertad provisional.

Honorio ha criticado la ligereza de algunas personas que "hicieron caso de una víctima asustada posiblemente que dijo reconocer al violador en unas fotos de hace 15 años, sin más pruebas".

Cuando ayer recibió el auto del juez por él que dictaba su libertad sin cargos, ya había perdido su empleo de taxista.