"El Madrid es perverso, te lo ofrece todo, pero no te deja llegar"
Para volver con la frente lozana a un equipo marchito,hay que tener querencia por el riesgo, medir con precaución la alegría y admitir la recaída en el atávico tic de morderse las uñas, oportunamente apostado en un rellano del Bernabéu. Sabe Jorge Valdano, el astuto campeón del mundo nacido en Argentina hace 37 años, que, en su nuevo empleo, el triunfo es una obligación y el fiasco todo un desastre. Que, en un deporte tan apasionado como el fútbol, dentro de un club tan adinerado, la cabeza del entrenador rueda con igual facilidad que la pelota. Pregunta. Jorge Alberto Valdano, tiene usted nombre de culebrón.
Respuesta. Más todavía, porque me llamo Jorge Alberto Francisco. Cosas de mi abuela. Pero nunca he visto un culebrón, ni por morbo ni por casualidad. Conecto el televisor para cosas muy concretas.
P. Dicen que regresa usted al Madrid para saldar una deuda.
R. No lo siento así. Mientras estuve aquí no hice más que dar y dar cosas. Me esforcé por el club, contribuí a sus títulos, sacrifiqué hasta la salud. Lo demás fue un casual e incómodo cruce de caminos donde hice exactamente lo que aquí me enseñaron ganar.
P. Ese triángulo Madrid, Tenerife, Barcelona, podría repetirse.
R. El Barça es un enemigo muy difícil, ha ganado las cuatro últimas Ligas, y eso nos sitúa en el papel de aspirantes.
P. Y, a usted, ¿le parece un buen equipo?
R. ¿El Barça? Sí. Ése es el gran peligro, que me encanta.
P. ¿Añoraba Madrid?
R. Como en toda ciudad pequeña, en Santa Cruz eché mucho de menos la oferta cultural, por cierto, bastante centralizada. Pero al volver he recuperado una evidencia. Madrid te lo ofrece todo pero no te deja llegar allí, y eso es una perversión. En Tenerife, uno maneja su tiempo e impone su ritmo. Pero mi trabajo reduce el mapa de esta ciudad al terreno comprendido entre la Ciudad Deportiva, el Bernabéu y mi despacho del hotel Eurobuilding. Cruzar esas fronteras me parece incluso peligroso.
P. Lo dijo el alcalde de La Laguna, miembro de Los Sabandeños: "¡No soltaremos a Valdano!"
R. ¿Del equipo de fútbol o del grupo musical? También contribuí a su disco de oro grabando una poesía. Lo recuerdo, como a todos ellos, con muchísimo cariño.
P. El viejo discurso conservador ataca de nuevo: Valdano se declara progresista, viste ropa cara y encima le sienta bien.
R. Ni la buena ropa ni la calidad de vida son patrimonio de la derecha. Reparar en eso exclusivamente es como ir a misa y fijarse sólo en la sotana del cura.
P. Eso de el miedo escénico no es suyo, ¿verdad?
R. No, es una frase de García Márquez que definía el pánico a hablar en público. La utilicé, en un artículo que escribí para la Revista de Occidente y que, por supuesto, nadie leyó.
P. ¿Estaría donde está sin tanta capacidad de adaptación?
1 R. Lucha y riesgo, así es mi vida. Tardé 10 años en cumplir un sueño, jugar en el Madrid; y sólo dos en otro, entrenarle.
P. ¿Le gusta la nueva imagen del Bernabeu?
R. Dudo que haya un estadio con más ventajas para ver fútbol. No exageran quienes le llaman templo.
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