Englund-Caraquemada
El actor californiano Robert Englund, conocido en España por haber interpretado el papel de extraterrestre-lagarto de la serie televisiva V, da vida al personaje de Freddy Krueger.
El monstruo de la cara quemada se exhibe reproducido en cera en los mejores museos del mundo, serigrafiado en camisetas, posters, vídeos, cromos -basura para niños o adultos-, y es también uno de los muñecos con morbo -y de los más vendidos- en los supermercados de juguetes.
La publicación norteamericana Forbes Magazine aseguraba en 1989 que Freddy Krueger había generado, con la exhibición de sus películas en salas y con las ventas de objetos de mercadotecnia, unos ingresos multimillonarios.
Su siniestra figura ha sido la estrella mimada de revistas especializadas, como Fangoria, Starlog o Gorezone. Sociólogos y psicólogos han analizado el caso de la simpatía despertada por el socarrón diablo y no se lo acaban de explicar muy bien.
En España, la cantante Olvido Jara -Alaska- fue una de sus más visibles madrinas; le cogió prestada su mano de acuchillador múltiple y fue su novia secreta durante una temporada en una canción homenaje titulada Mi novio es un zombi.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.