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El gobernador de Vizcaya dimite tras ser acusado en el 'caso Azpiegitura'

El socialista Daniel Arranz, gobernador civil de Vizcaya desde el 25 de marzo pasado, presentó ayer su dimisión después de que la juez del caso Azpiegitura (estafa a la Diputación de Vizcaya en la construcción de un inmueble público) le imputara un delito de prevaricación. El secretario general de los socialistas vascos, Ramón Jáuregui, defendió la inocencia del gobernador, que ha puesto su cargo en manos del Ministerio de Interior y Justicia, pese a que tiene, indicó ayer, "la conciencia muy tranquila".

El candidato a lehendakari por el PSE-EE manifestó en un acto público de los socialistas vizcaínos que "la acusación que, al parecer, se ha vertido sobre Arranz es que hubo una supuesta desidia y, desde luego, de la desidia no creo que quepa derivar una acción delictiva". Arranz, de 43 años, no se escondió ayer tras ser acusado de prevaricación por su "absoluta despreocupación y desidia" al aprobar sin leerlo el segundo proyecto del inmueble público de la Diputación.Arranz dio la cara en un acto de los socialistas vascos en La Arboleda (Vizcaya). Asumió que como máximo responsable de la Administración del Estado en Vizcaya no parece adecuado compaginar su cargo con dicha acusación, por lo que ha puesto su puesto a disposición de Juan Alberto Belloch. "Desde luego no puedo estar así cuando se me ha acusado. Por eso me he ofrecido directamente al ministerio para que disponga de mi cargo". Interior decidirá si acepta la renuncia de Arranz cuando conozca íntegramente el auto de la juez Olatz Aizpurua.

La decisión política de Arranz fue alabada ayer por Jáuregui. "El ofrecimiento de su cargo es un gesto que le honra. Yo creo en la inocencia de Daniel Arranz. Me parece que tenemos que señalar que la acusación -no he leído todavía el auto- que, al parecer, se ha vertido sobre él es que hubo una desidia. Y de la desidia no creo que quepa derivar una acción delictiva, sinceramente".

Sin embargo, la reflexión del líder de los socialistas vascos se extendió aún más al señalar que, a su juicio, los militantes socialistas están actuando con excesivo celo en estos temas. De hecho, otro militante socialista, Juan Carlos Gutiérrez, imputado por la misma juez, de los delitos de estafa, prevaricación y falsedad en documento, se ha visto ahora libre de toda sospecha al finalizar la investigación de esta estafa, superior a 570 millones. Pero al verse inculpado en el caso puso su cargo de vicepresidente del Tribunal Vasco de Cuentas a disposición del órgano fiscalizador. La dimisión le fue aceptada.

Arranz tuvo duras palabras para los responsables de la filtración del auto a la prensa: "Hay que estudiar todo el informe, el auto, pero es terrible que yo me entere por la prensa de una acusación de este calibre; pero bueno, así estamos".

El PP aprovechó el nuevo capítulo del caso Azpiegitura para cuestionar el discurso "postnacionalista y de ética política de los socialistas", en palabras de su presidente, Jaime Mayor Oreja. "De qué sirven esos discursos cuando su comportamiento en las instituciones está presidido por la corrupción, cuando se confirma que la corrupción no es la excepción, sino la regla en el comportamiento socialista", reflexionó el líder de los populares vascos.

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