Aznar convoca a la comisión permanente para poner en marcha ya la maquinaria electoral

Felipe González no ha conseguido frenar a José María Aznar. Aunque el presidente del PSOE ha comunicado. personalmente al líder del PP que no tiene intención de abandonar La Moncloa antes de 1996, los populares calientan ya motores ante unas posibles elecciones anticipadas. A la vuelta de una semana, el día 20, la comisión permanente del PP se reunirá para iniciar el proceso que le llevará a la elaboración del programa electoral. La decisión equivale a poner en marcha el dispositivo previo a la celebración de los comicios. La dirección del partido ha advertido que si se produjera alguna sorpresa -convocatoria a las urnas tras el verano- tiene capacidad para "reaccionar en cinco minutos".

Apenas habrá vacaciones. La dirección del PP dedicará el mes de julio a hacer un balance autocrítico de los resultados electorales del 124 y a "preparar las condiciones para repetir la victoria" en las municipales y autonómicas de mayo del 95.En la sede central de Génova, 13, preocupan más los comicios locales y regionales que la posible anticipación de los generales, solicitada por Aznar al presidente del Gobierno, Felipe González. El PP ha conseguido poner en marcha una estructura electoral estable. "Si González decidiese arrojar la toalla y convocar ya elecciones, tardaríamos en reaccionar cinco minutos", afirma el secretario general, Francisco Álvarez Cascos.

El programa del 6 de junio del año pasado sería inmediatamente actualizado y las candidaturas presentadas provincia por provincia en pocos días. Por si la espera se prolongase -la renuncia "definitiva" de González a sustituir a Jacques Delors al frente de la Comisión Europea da margen para pensar en ello-, la comisión permanente abrirá el día 20 un proceso más lento. Se revisará el programa con la intención de adecuarlo mejor a la realidad y conseguir una participación más intensa de los distintos niveles territoriales del partido en su elaboración, como hizo el año pasado.

De no haber pronto elecciones anticipadas, el gran reto de los populares serán las municipales y autonómicas de mayo próximo. A estos comicios se les concede gran importancia. Por una parte, deben representar la confirmación de los resultados del 124. Por otra, para el PP la conquista de un número significativo de ayuntamientos y comunidades autónomas se considera el paso previo a la victoria en unas generales, "con la garantía de poder gobernar un plazo suficiente y con cierta comodidad".

La autocomplacencia no tiene sentido ni lleva a ninguna parte", explica Álvarez Cascos para justificar el trabajo de la dirección desde las europeas y andaluzas del mes pasado: "Autocrítica y exigencia para saber por qué hemos conseguido ganar y cómo repetir en las municipales". El análisis crítico se centra en las zonas de debilidad, donde los resultados han sido menos brillantes en términos generales, como Cataluña y las ciudades de menos de 100.000 habitantes.

Sobre estas últimas, los populares creen tener ya un modelo de exito, el que han aplicado en las poblaciones del cinturón industrial de Madrid, en la mayoría de las cuales ganaron las europeas. Ahora se proponen exportar sus líneas generales: renovación de los equipos y un esfuerzo por consolidar una presencia pública y cotidiana ante los ciudadanos.

Respecto a Cataluña, Aznar ha decidido mantener el esfuerzo especial que el PP dedica a esta comunidad autónoma, a la que él viaja con regularidad. Sus visitas seguirán centradas en el cinturón industrial de Barcelona y en las comarcas, en muchas de las cuales los populares apenas existen como organización. "No importa",, asegura un colaborador del presidente del PP. "Iremos a que nos vean, simplemente a estar. Así empezamos en Andalucía hace nueve meses y no ha salido mal. Al principio nos veían y cambiaban de acera. Al final nos aclamaban". Aznar realizará también visitas frecuentes a Euskadi -otra comunidad preferente- para apoyar la campaña de Jaime Mayor Oreja en las autonómicas que se celebrarán en octubre.

El contacto con los ciudadanos será total. Un grueso mazo de folios en el despacho de Alvarez Cascos resume los últimos seis meses de "acción sectorial", el trabajo realizado para llegar a sectores sociales concretos -desde médicos a comerciantes o catedráticos de Universidad- con propuestas y programas específicos.

Los discursos y conferencias de Aznar se envían, por ejemplo, a una selecta lista de más de 600 personas y el potencial de destinatarios en el sector comercial y hostelero, mimado por los grandes partidos desde la revuelta contra el IAE (impuesto de actividades económicas), se estima en más de 20.000.