El PSOE admite estar 'tocado' por los ataques del PP a sus pactos con Pujol

Los socialistas se proponen acabar en los próximos días con el halo peyorativo que rodea su colaboración con CiU tras admitir el daño que los continuos ataques del PP en este flanco está causando a su imagen política. El presidente del grupo parla mentario, Joaquín Almunia, será el encargado de explicar a los ciudadanos la conveniencia de estos acuerdos. Busca frenar la animadversión creciente en otras comunidades al haber calado la imagen de que Cataluña obtiene contrapartidas inconfesables por su apoyo al Gobierno.

Aunque a CiU no le ha afectado electoralmente su apoyo al Gobierno, el PSOE no puede decir lo mismo a la luz de los resultados de las elecciones europeas y andaluzas del pasado 12 de junio. En los análisis políticos que ha efectuado la cúpula del partido en las dos últimas semanas, los socialistas admiten que la utilización por parte del PP del pacto socialista-nacionalista ha funcionado como eficaz arma arrojadiza.El presidente de Andalucía, Manuel Chaves, tropezó con esa piedra durante su campaña y fue el candidato popular, Javier Arenas, quien la hizo rodar con éxito.

Frente a las acusaciones de Aznar, que no dudó en tachar la actitud de González hacia Pujol de "mendicante", González se ha limitado a señalar que el líder conservador está atacando prácticas de gobierno habituales en cualquier país europeo, y se muestra seguro de que, en el caso de que el PP ganase unas elecciones y no obtuviera mayoría absoluta, requeriría el apoyo de las formaciones nacionalistas con toda naturalidad.

Esta tibieza argumental parece que quiere ser desterrada del PSOE, según se desprende de los planes del presidente del Grupo Socialista, Joaquín Almunia, en la preparación del trabajo para el próximo curso. Los diputados y senadores socialistas tendrán que explicar detalladamente a la opinión pública los pactos que vayan alcanzando con las distintas fuerzas parlamentarias y, singularmente, con CiU.

El PSOE reivindicará en alto sus pactos y, lejos de excusarse, basará su argumentación en que "Cataluña no puede ser una comunidad de segunda clase", por lo que los nacionalistas tienen perfecto derecho a pactar con el Gobierno de Madrid, según fuentes socialistas. Las mismas fuentes señalan que en este cambio de actitud también pesa el reconocimiento de que la imagen de una Cataluña favorecida frente al resto de las autonomías ha calado en la sociedad.

En este contexto de recelos, el diario Avui, próximo a la coalición nacionalista catalana, publicó ayer fragmentos de un informe que atribuye al presidente de los populares en Cataluña, Aleix Vidal-Quadras. En el documento, dirigido a Aznar, se hacen comparaciones entre el nacionalismo catalán representado por CiU -y el nazismo de Hitler: "Podemos observar las teorías políticas de HitIer para extraer las consecuencias. Y se puede decir: ¡Pero si los catalanes-nacionalistas no tienen armas ni desean la guerra!' Aceptado. Pero sólo es una diferencia de forma, no de fondo. El principio del nacionalismo es el mismo en el catalán-nacionalismo que en el alemán-nacionalsocialista. Las diferencias pueden ser debidas a una cuestión de tiempo".

Sin embargo, Vidal-Quadras desmintió ayer categóricamente la información de Avui y anunció acciones legales contra el diario.

Jordi Pujol, presidente de Convergéncia y de la Generalitat, se negó ayer en redondo a responder al contenido del informe. Sin embargo, Miquel Roca, secretario general de Convergencia, señaló que las supuestas afirmaciones del político del PP son "insultantes y de una gran irreponsabilidad.". "El nacionalismo catalán", añadió, "luchó contra el nazismo y lo sufrió en carne viva".