España, ante una misión histórica

La selección española se enfrenta hoy a una misión histórica. Después de medio siglo de decepciones, España tiene la oportunidad de alcanzar las semifinales de la Copa del Mundo, un éxito que sólo consiguió en 1950. El trabajo se presume difícil. España lucha contra la historia; Italia juega a favor de la tradición. Ha ganado tres Copas del Mundo y ha sido subcampeona en otra ocasión. Clemente se muestra tranquilo y con pocas dudas. Sólo una tromba de agua alteró la concentración española. El equipo decidió regresar al hotel cuando había emprendido el camino al estadio de Boston para su reconocimiento. "Estaba todo inundado por la lluvia y la autopista atascada, así que nos dimos la vuelta. No ha sido más que un inconveniente. No teníamos pensado entrenar", dijo Clemente. Sacchi, por su parte, volvió a sorprender: utilizará a su jugador número 21 (Conte), recupera al milanista Tassoti y dejará en el banquillo al goleador Signori.Clemente no quiere que haya complejos ante los italianos. Una vez más ha armado un equipo que lleva su sello: solidez, disciplina, buena mecánica defensiva y carácter. Habrá novedades con respecto a la alineación que presentó frente a Suiza en los octavos de final. Se da por seguro el retorno de José Luis Pérez Caminero, con bastante dolor para Clemente, que tendrá que sacrificar a Fernando Hierro, y Otero sustituirá a Camarasa en la defensa.

Espana siempre se ha aproximado con aprensión a sus duelos con Italia. Es un sentimiento de inferioridad que proviene del excepcional palmarés de su rival de la magnificación que se ha hecho del calcio y de un detalle trascendental: Italia siempre ha sido una selección reconocible, con un estilo muy definido, incluso ahora que Arrigo Sacchi, su técnico, ha dado vuelta al calcetín del catenaccio.

No importa que en estos tiempos Italia juegue con más generosidad y que haya abandonado los marcajes individuales. Esta Copa del Mundo ha demostrado que los italianos conservan su magisterio para actuar con gran eficacia táctica y con un sentido especial para salvar las situaciones delicadas.

El partido de hoy se presenta con las condiciones que ha delimitado Bakero: "Será un cuerpo a cuerpo, un choque para profesionales". Todos los jugadores de la selección española han asumido el verdadero carácter del equipo. Ya no hay dudas. La victoria ante Suiza se interpreta como el triunfo de las tesis que promueve Clemente.

El técnico, que dio la impresión de dudar en los primeros partidos, se ha llenado de convicción. Ha diseñado un equipo con un aparatoso blindaje defensivo y un estilo muy físico. Fuera de las opiniones que produzca la selección, es obligatorio reconocer que Clemente no engaña a nadie. Es su equipo, desde el primero hasta el último de los jugadores que lo integran.

Clemente reconoció ayer que sólo se producirán una o dos novedades, pero no dio la alineación. "Si puedo hacer que Sacchi pierda el tiempo pensando en esta o aquella alineación, mejor para mí", declaró ayer. Los cambios que se intuyen son los de Caminero por Hierro y Otero por Camarasa.

La decisión puede ser muy dolorosa para Clemente, que ha considerado básica la actuación de Hierro en la victoria ante Suiza. El centrocampista del Madrid demostró autoridad, liderazgo, oficio y destreza táctica en ese encuentro. Caminero es la exuberancia en la llegada al área, donde se ha mostrado imparable en este Mundial.

El técnico da la impresión de estar muy relajado en las horas previas a este decisivo partido. Un periodista extranjero sacó el asunto de las críticas de la prensa al juego español. En lugar de disparar con perdigón gordo, Clemente tiró de la ironía: "Si el fútbol tuviera que hacer caso a la prensa, habría que nombrar como seleccionador a Mari Carmen Izquierdo, presidenta de la Asociación de la Prensa Deportiva. Y la verdad es que no la veo dirigiendo el equipo".

Su disección del equipo italiano fue muy breve: "Tiene una estructura muy definida, con un juego defensivo casi impenetrable y con hombres de calidad". En este punto salió el nombre de Roberto Baggio y la posibilidad de aplicar un marcaje individual. "Baggio es un jugador de altísimo nivel. Por lo tanto siempre hay que prestarle una atención especial, pero no tanta como para trastocar el equipo", dijo.

Lo más probable es que Alkorta marque al astro de la selección italiana. Hasta el momento, Alkorta ha sido el jugador para este tipo de trabajo. Lo hizo con el alemán Moeller y el suizo Chapuisat. Baggio es un reto mayor, por su nombre y por la posibilidad de sacar a Alkorta hasta la media cancha, donde el defensa madridista podría tener problemas para sujetarle.

La victoria del Milan ante el Barcelona en la final de la Copa de Europa de Atenas también planeó en la conferencia de prensa. Clemente evitó las comparaciones: "Es un mal recuerdo, nada más. Lo malo sería que los jugadores pidieran un autógrafo a los italianos cuando salgan al campo. No debemos tener ningún complejo con ellos".