13 muertos y 100.000 hectáreas calcinadas en dos días

Trece muertos, 18 heridos, 100.000 hectáreas de bosques carbonizadas -10.000 más que en 1993-, numerosos pueblos abandonados a su suerte y miles de personas evacuadas. Éste es el rastro que han dejado los incendios en el este y el noreste de España en sólo dos días. Las lenguas de fuego siguen recorriendo las provincias de Barcelona, Castellón, Teruel, Valencia, Murcia, Málaga... En Cataluña han ardido en sólo dos días 10.000 hectáreas más que entre 1987 y 1993.

El número de víctimas va en aumento según pasan las horas. El lunes murieron cinco personas en Cataluña y seis en Valencia. Ayer dos personas que trabajaban en un nuevo incendio declarado en la sierra de las Nieves (Málaga) fallecían al explotar el vehículo autobomba que manejaban debido a las elevadas temperaturas. Estos dos últimos fallecidos son Juan García Aguilar y Manuel Quintana Gallego, ambos de Málaga.Y superficie quemada es enorme: 24.000 hectáreas en Cataluña; 20.000 en Murcia; 18.000 entre Castellón y Teruel; 32.000 en Valencia y un reguero de incendios menores que prenden en media España y que han obligado a desalojar un sinfín de pueblos.

Los devastadores incendios que asolan desde el último fin de semana Cataluña se han cobrado cinco vidas: las de tres excursionistas que fallecieron aplastados por unas rocas cuando intentaban huir del incendio en la montaña de Montserrat y la de dos hermanos ancianos que murieron calcinados en su masía en Berga (Barcelona). Un total de 18 personas han resultado heridas, una de ellas un guardia civil con quemaduras en el 80% de su cuerpo.

El Departamento de Gobernación, que ha decretado el plan de emergencia y coordina a 10.000 personas que participan en la extinción del fuego, informaba ayer tarde que continuaban vivos seis incendios, tres de ellos incontrolados y localizados en Barcelona.

El foco de mayor envergadura prendía en los frondosos bosques de la comarca de Berguedá donde el fuego había convertido en cenizas 10.000 hectáreas de árboles. Las llamas obligaron a desalojar a niños que estaban de colonias en Casserres y a evacuar a los 306 vecinos de la localidad de la Espunyola, en el límite entre las provincias de Barcelona y Lérida.

Helicópteros e hidroaviones trabajaban ayer con dificultad para arrojar agua en esta zona al carecer de visibilidad por la espesa neblina de ceniza que parece haber invadido parte de Cataluña. Unos 200 bomberos acudieron ayer a esta comarca para apoyar a los payeses que, ante la falta de efectivos del primer día, hicieron frente a las llamas en solitario.

Otros dos incendios de importancia están centrados en dos de los parajes de mayor riqueza ecológica de Barcelona: el que prende en Sant Miquel de Fa¡ y ayer ya llegó al Parque Natural del Montseny, declarado por la Unesco reserva natural de la biosfera, donde se han quemado 5.000 hectáreas; y el que quema los bosques en Sant Mateu de Bagés y Suria, que ha arrasado 4.000 hectáreas. En Montserrat, el desastre fue menor: 1.500 hectáteas devastadas.

Numerosas poblaciones de Valencia y Castellón amanecieron ayer rodeadas de fuego, humo y cenizas, tras una noche de angustia y desalojos preventivos ante la voracidad de las llamas de los cinco incendios graves que asolan la Comunidad Valenciana, informa Sara Velert. El fuego ha afectado en menos de 24 horas a más de 32.000 hectáreas -desde enero se habían quemado en total cerca de 20.000-, ha obligado a cortar varias carreteras, y ha dejado sin luz y teléfono a algunas poblaciones, entre ellas Millares, que lloraba ayer a sus seis muertos -cuatro bomberos, un voluntario y un concejal-, calcinados o asfixiados el lunes cuando intentaban frenar un fuego imparable.

El fuego de la Vall d'Albaida -el único del que se sospecha que fue intencionado- pudo ser controlado a mediodía, después de que devastara 2.500 hectáreas de ocho municipios valencianos y otras 300 de la provincia de Alicante. Mayor preocupación causó el cercano incendio de Fontanars, uno de los más activos ayer. El fuego cercó los pueblos de Fontanars, Moixent y Ontinyent, informa Esperança Costa. Más de 200 chalés fueron desalojados.

En Millares, Tous, Cortes de Pallars, Quesa y Dos Aguas, perímetro del incendio que ha provocado la muerte de seis personas y heridas graves a otras dos -Félix Carrasco Lluch y Miguel Ángel Sáez Lorente siguen ingresados en el hospital la Fe de Valencia-, se habían perdido ayer la escalofriante cifra de 10.000 hectáreas. A última hora de ayer, el fuego ya lamía algunas casas cercanas a Millares y la población sufría problemas por el intenso humo que invadía las calles. La central nuclear de Cofrentes, en Valencia, estuvo ayer durante tres minutos en estado de "prealerta de emergencia" debido a que fue cercada por el fuego, que afectó a su sistema de alimentación.

La Sierra de Espadán, de alto valor ecológico, se resistía ayer a ser invadida por las llamas, que los bomberos intentaban ahogar con un cortafuego a lo largo de todo el perímetro arrasado, unas 5.000 hectáreas de monte.

El vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y el ministro de Agricultura, Luis Atienza, visitarán hoy las zonas más afectadas por los siniestros, fundamentalmente la sierra del Maestrazgo, Murcia y Cataluña. El Rey expresó ayer su preocupación por la devastación que están causando este año las llamas.