El Ayuntamiento pone a las gasolineras un canon de 0,5 pesetas por litro vendido

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El canon de explotación en las nuevas gasolineras reportará a las arcas municipales más de 200 millones de pesetas anuales, a tenor de las primeras estimaciones.

Según las condiciones impuestas por el Ayuntamiento, cada concesionario deberá liquidar su canon antes del 15 de enero del año siguiente, para lo cual tendrá que presentar un certificado de la compañía suministradora sobre el volumen de combustible vendido.

Este peaje que impone el Ayuntamiento de la capital subirá todos los años en el mismo porcentaje que el índice de precios al consumo (IPC) previsto.

Retoques en el mapa

El nuevo mapa de estaciones de servicio donde se aplicará este impuesto local ha sido retocado varias veces en los últimos 18 meses. En el primer plan, que data de enero de 1993, los técnicos municipales encontraron en la ciudad 80 espacios susceptibles de albergar una gasolinera. Una primera oleada de sugerencias vecinales y empresariales borró del plano una veintena. Otras 10 se cayeron tras una nueva revisión.

Finalmente serán 57 los emplazamientos elegidos. En el gráfico aparecen las ubicaciones definitivas y la decena que se eliminó al redactar el último documento: las ubicadas en la avenida del Veinticinco de Septiembre, Arquitecto López de Otero, Pablo Neruda, Moreras, avenida Real de Pinto, carretera de la Dehesa de la Villa, avenida de los Poblados, Sinesio Delgado, avenida de Arcentales y carretera de Ajalvir a Vicálvaro.

La mayoría de las parcelas reservadas para levantar gasolineras son de propiedad municipal. Tan sólo 19 fincas están actualmente registradas a nombre de particulares. El Ayuntamiento de Madrid, para evitar que alguien pueda especular por la transformación de esos terrenos en estaciones de servicio, aprobará en breve la expropiación del suelo para conseguir la titularidad del mismo.

La mayoría de los nuevos surtidores, cuya concesión municipal se hará por concurso, están situados fuera de la M-30, en los márgenes de la M-40 y en las principales carreteras de acceso a la capital.

Los distritos que acogerán la mayor parte de las nuevas instalaciones son Carabanchel, Vallecas Villa, Fuencarral-El Pardo, Hortaleza, Vicálvaro y San Blas. Esta distribución geográfica coincide con la estrategia del PP para extender la ciudad por estos distritos periféricos con la recalificación de terrenos rústicos para uso residencial. Un portavoz de la Consejería de Política Territorial aseguró que se estudiará cada uno de los terrenos en los que el Ayuntamiento ha dibujado una gasolinera para decidir si se autoriza o no.

Los vecinos consideran las gasolineras equipamientos sucios que regalan peligro al barrio. Habitualmente, los madrileños se quejan cuando cerca de sus casas alguien pincha un surtidor. En la Gerencia Municipal de Urbanismo, departamento que ha elaborado el nuevo plan de estaciones de servicio, no están en absoluto de acuerdo con esta teoría y consideran que la siniestralidad en este tipo de instalaciones es muy baja.

Por eso, las nuevas estaciones que han repartido por Madrid no huyen de las edificaciones. Tan sólo aquellos surtidores que tengan depósitos capaces de almacenar más de 50.000 litros de combustible deberán estar como mínimo a 17 metros de distancia de la vivienda más cercana, se gún establece la normativa municipal.

Para evitar las filtraciones, el Ayuntamiento obligará a los concesionarios a impermeabilizar sus instalaciones. Las empresas que deseen presentarse al concurso deberán entregar como fianza una cantidad igual al 2% del valor de los terrenos y del proyecto de obra que presente.