"Madrid tiene una fuerza increilble"
Galicia es una tierra arcana, verde, húmeda y emboscada, siempre a media luz. Igual que el erotismo. Rosalía Dans (La Coruña, 1957) no titubea al explicar la fortísima relación entre su tierra y la pasión amorosa y carnal. Hija de un periodista y una pintora, actriz desde los 18 años, protagonista de la serie de televisión Los gozos y las sombras, en 1989 hizo un strip-tease radiofónico narrado por Sánchez Dragó en el programa de Jesús Quintero que la desnudó mucho más que el hecho de quitarse la ropa. Empezó a pintar para solazarse, y la supuesta afición por la plástica creció mientras menguaba su vocación de actriz. La galería Bárcena & Cía. ha colgado 12 de sus cuadros en una exposición que la artista despide con una rosa negra.
Pregunta. ¿Los versos del catálogo también son suyos?
Respuesta. La verdad es que surgieron casi solos, a lo tonto, un poco sin querer, inspirados en los propios cuadros. Me fueron gustando, los corregí, y al final decidí que tampoco estaban tan mal.
P. ¿Ha dejado usted de ser actriz definitivamente?
R. No. Han dejado de llamarme o sólo me ofrecen cosas muy poco interesantes. Me alegro de haberme dedicado con más intensidad a la pintura, aunque echo de menos los rodajes, que siempre me resultaron divertidos. No me importaría hacer algún papel bonito, pero no me veo recorriendo productoras.
P. ¿Prefiere bregar con los galerístas?
R. Es un mundo agradable y la gente está mucho más preparada. En el cine, las cosas se hacen un poco como de andar por casa y eso le resta encanto.
P. Usted nunca disfrutó de la fama.
R. Jamás me interesó. Me gusta que la gente se fije en mi trabajo, no en mí. Los elogios profesionales se agradecen, pero eso de que te reconozcan por la calle es un coñazo.
P. Confiese, ¿aquel strip-tease fue real?
R. Tuvo mucha gracia, porque como en la radio no te ven, la gente seguía la escena con su imaginación, sin saber si era cierto. Nunca revelamos, ni revelaremos, el secreto.
P. Gonzalo Torrente Ballester insistió en que usted protagonizara la adaptación televisiva de su novela Los gozos y las sombras.
R. La verdad es que se portó muy bien conmigo; sí, me ayudé, porque la gente no quería que yo estuviera en el reparto y él se empeñó muchísimo.
P. ¿Tanto tiene que ver Galicia con el erotismo?
R. Todo. Es una cuestión natural, de clima, de luz. En Galicia todo está más escondido, y las cosas medio ocultas suelen ser eróticas. A mí, verlo todo demasiado claro me parece bastante aburrido.
P. Vive usted en Madrid- desde que cumplió un año.
R. Es decir, toda mi vida. Aquí he vivido todas mis experiencias. Madrid te acoge igual para sufrir que para pasarlo bien, te ayuda a disfrutar de la soledad, como toda gran ciudad, pero es mucho más calentita.
P-Dicen que aquí están la crítica influyente y el dinero para el arte.
R. Sí, aquí está todo. Han querido trasladar ese ambiente a Barcelona, que es una ciudad sensata y comercial, pero no hay nada que hacer. Madrid tiene una fuerza increíble.
P. ¿No le parece pesimista cerrar la exposición con una rosa negra?
R. La rosa siempre dice adiós, y mucho más si es negra, porque no existe. Es una despedida en condiciones, muy melancólica y nada pesimista, dos cosas totalmente distintas.Rosalía Dans expone hasta finales de junio en Bárcena & Cía. Calle Fernando VI, 13.
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