El afán por “forrarse” de Sanz abre la caja de los truenos en el PP valenciano
La difusión de la cinta magnetofónica en la que el presidente del Partido Popular (PP) en Valencia, Vicente Sanz, afirma que está en política para enriquecerse ("para forrarme" es su expresión textual) ha destapado tremendas tensiones en la cúpula del partido. El presidente regional del partido, Eduardo Zaplana, intentó ayer zanjar la crisis con la destitución de Sanz, presentada como una dimisión. Fuentes próximas a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, insistieron en que la divulgación del motivo de la grabación tendría "gravísimas consecuencias" para el partido.
Zaplana se negó ayer a dar cualquier dato sobre el móvil y el contenido completo de la grabación, así como sobre la identidad del interlocutor de Sanz. Fuentes del entorno de Barberá mantuvieron idéntica postura, al considerar que la crisis debe ser resuelta por la dirección regional del partido, aunque precisaron que su silencio se romperá si el caso llega a afectarles. Medios del propio partido conservador especulan con la posibilidad de que el caso Sanz haya sido impulsado desde el entorno de Barberá con el propósito de liquidar políticamente a Zaplana. Según estas fuentes, una previsible victoria popular en las próximas elecciones autonómicas situaría a Zaplana en la presidencia de la Generalitat. Pero, muy probablemente, el PP necesitaría para ello el apoyo de Unión Valenciana, que pediría a cambio la alcaldía de Valencia, donde ambos partidos gobiernan en coalición.
Vicente Sanz fue destituido ayer como presidente provincial del PP de Valencia y secretario del Grupo Popular del Parlamento regional, donde mantiene su escaño. Un portavoz del PP vinculado a Zaplana atribuyó a Sanz la frase: "Si caigo yo, caerá también Rita Barberá", en alusión a la existencia de un supuesto informe elaborado por el ahora expresidente provincial sobre la alcaldesa.
Las dos partes, en decIaraciones no oficiales, coincidieron en señalar como interlocutor de Sanz en la grabación a Vicente Conesa, un ingeniero agrónomo. Éste negó cualquier vinculación con el caso y afirmó incluso que en las fechas en que se realizó la grabación -marzo de 1993- se encontraba fuera de España. Conesa es directivo de Delta Ingenieros, SA, empresa que en 1992 realizó un mapa verde y un análisis del ruido de Benidorm, mientras Zaplana era alcalde de la ciudad. Conesa intentó -presumiblemente con la mediación de Sanz- que el Ayuntamiento de Valencia encargase a su empresa un estudio similar al de Benidorm, que finalmente fue encomendado al catedrático de Física y ex militante de UCD José Luis Manglano.
La escueta nota oficial difundida ayer y con la que el partido pretende dar por cerrada la crisis señala que Zaplana había aceptado la dimisión de Sariz. Este, sin embargo, acudió ayer al grupo parlamentario con la intención de mantener sus cargos. El partido ha encomendado al diputado autonómico Juan Rodríguez, presidente del comité de conflictos, "el estudio de los hechos denunciados" y ha encargado al secretario provincial, Manuel Tarancón, que asuma provisionalmente el puesto orgánico de Sanz.
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