Batalla a la desesperada
La victoria de Colombia puede ser inútil si puntúa Rumania
Mientras se preparan para su desesperada batalla ante Suiza, los colombianos sólo pueden consolarse con el hecho de haber sido la gran noticia del torneo. Ha encadenado desgracias, empezando con el violento subsuelo de la sociedad colombiana y terminando con un equipo deshecho. Francisco Maturana, aunque los federativos le han convencido para que no abandone de forma inmediata la concentración, da sensación de haber arrojado la toalla y querer que la nefasta experiencia termine cuanto antes.Colombia parece asumir el ambiente de resignación y vergüenza que se ha apoderado del país después de la histórica derrota ante los gringos de Milutinovic. "Los jugadores están más que deprimidos", confiesa el delegado de la expedición, "pero no contemplan el suicidio". Empiezan el partido sabiendo que incluso la victoria puede ser pírrica si Rumania puntúa ante EE UU.
Suiza, en cambio, prepara el partido con la actitud positiva de buscar el primer puesto en el grupo, lo cual, en principio, les permitiría evitar a Alemania o a España en la ronda siguiente. La crítica, implacable con Hodgson durante la primera semana, valora más el empate obtenido ante los anfitriones, y los cuatro goles a Rumania fueron un premio justo a un segundo tiempo jugado a gran nivel. El regreso de Adrian Knup sumó profundidad al ataque helvético, y Alain Sutter cuajó una buena actuación, a pesar del dedo fracturado en el pie. "El resultado sirvió para acallar las críticas", dice Hodgson, "pero yo siempre confié en este equipo".
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