África contra América

La cita entre nigerianos y argentinos en Boston, uno de los partidos inscritos en letra pequeña sobre el programa mundialista, de repente apasiona. Por un lado, Diego Maradona demostró ante Grecia que no sólo vive de sus recuerdos, y por otro lado, Nigeria entusiasmó ante Bulgaria con una delantera veloz, habilidosa y potente.Las esperanzas de ver un gran espectáculo se fundan en la defensa de Nigeria que puede ofrecer perspectivas festivas a Batistuta, Caniggia, Maradona y compañía. Mientras Yekini, Amokachi y Amunike, el trío atacante de la selección africana, supone un examen muy serio para Ruggeri, Cáceres y sus colegas.

Según Maradona, Nigeria no infunde preocupaciones. "Vimos cómo, en el primer cuarto de hora, Bulgaria tuvo tres ocasiones muy claras que no aprovecharon", afirma. "Después, todo resultó fácil para Nigeria, porque los búlgaros ya no tenían piernas". Para Basile, el aspecto más reconfortante de la victoria fue comprobar cómo Redondo, Simeone y Balbo construyeron una sólida plataforma de lanzamiento en el centro del campo.

Maradona inquieta al seleccionador nigeriano, Clemens Westerhof, aunque espera incorporar a Augustine Okocha en un centro del campo donde detectó "algunos, diría... demasiados problemas" ante la selección de Bulgaria. "Somos los campeones de África", sostiene el seleccionador Clemens Westerhof, "y hemos de jugar como tales. Respetamos a Argentina por su historial, pero hemos de asegurar que esto, en el campo, no se refleje".