La televisión que viene

La dramatización progresiva de los informativos, que se anuncian antes de su emisión como auténticas películas de acción; el recicla je de programas y el fenómeno short attention span (corta capacidad de atención), son los rasgos que mejor definen la televisión norteamericana de los noventa. En un país con más de 70 canales y 500 en perspectiva, concentrarse en un programa y seguirlo de principio a fin es ya algo de otros tiempos. Dado que EE UU ex porta sus fórmulas televisivas, esta será la televisión que viene.

Hoy día, el canal de cable Comedy Central ha tomado la de lantera a la MTV a la hora de aprovechar el, fenómeno de la atención rápida. El Comedy Central, que tiene un espacio titulado precisamente Short at tention span theatre, se ha hecho famoso por un invento que consiste en emitir películas antiguas de ciencia ficción, cuan to más malas, mejor, comenta das por la silueta de tres personajes superimpuestas en la parte inferior de la pantalla. El llamado Mystery science theatre 3000 edita incluso estas ignotas películas para que quepan en una franja de una hora: "Toda la bazofia que quieres, en la mitad de tiempo", anuncian.El reciclaje y la recuperación de series antiguas es la base de gran parte de la programación del Comedy Central, y también de la del canal para niños, Nickelodeon, que ha tenido un grandísimo éxito recuperando por las noches teleseries clásicas como Mary Tyler Moore, I love Lucy o Get Smart (Superagente 86). El Cartoon Channel, una de las iniciativas del magnate Ted Turner (propietario de CNN), repone dibujos animados de todas las épocas.

Las grandes cadenas generalistas (NBC, CBS, ABC y Fox, que siguen liderando las listas de audiencia) se ven rodeadas por programaciones extremadamente especializadas. La MTV fue pionera al dedicar las 24 horas de su programación a la música (aunque hoy día tiene una oferta más variada), y hay canales dedicados exclusivamente a noticias del mundo del cine, la televisión y el espectáculo (E!), gastronomía (The Food Channel), información meteorológica (The Weather Channel) o compra por teléfono (QVC y HSN). Canales dedicados sólo a emitir películas hay al menos siete.

Algo parecido a la interacción entra poco a poco en los hogares norteamericanos a través de canales en los que, mediante una llamada telefónica, puede seleccionarse un vídeo musical o una película. Esta última modalidad, llamada pay per view, ofrece filmes estrenados en cine en los últimos meses por un precio que ronda las 600 pesetas. Además, en muchas ciudades existen cadenas de "acceso público", adonde los espectadores pueden enviar para su emisión cualquier tipo de programa o videoclip de elaboración propia.

Los afroamericanos tienen un canal exclusivo: BET (Black Entertainment Television). La audiencia hispana posee dos grandes cadenas de cobertura nacional, Telemundo y Univisión y casi todos los grupos étnicos tienen franjas propias de programación en las cadenas locales.

Un ejemplo de la multioferta es la veterana revista TV Guide, un catálogo de 230 páginas con la programación en EE UU ¡para una semana!