Colmenar limita la entrada de bicicletas y no la de tanques a su mejor finca

Viejo La dehesa de Navalvillar, en Colmenar Viejo (26.000 habitantes), cuenta ya con un borrador para regular el uso lúdico y ganadero de sus 1.100 hectáreas que incluyen los mejores pastos de la Comunidad. El texto, pactado por políticos, empresa rios, ecologistas, agricultores y vecinos, limita el uso de bicicletas o caballos y prohíbe la circulación fuera de los caminos. Sin embargo, el documento obvia a los tanques que siguen transitando por sus cañadas, así como las maniobras que efectúa el Ejército con vehículos pesados.

"Al menos un inciso para protestar por el uso de prácticas militares", manifestó el colectivo Hedera, en 311 la ultima sesión que celebró el Consejo de Medio de Ambiente de Colmenar Viejo, donde colectivos ecologistas, partidos políticos, cámaras agrarias, empresarios y vecinos en general expresan cada mes su preocupación por el deterioro que sufre el preciado paisaje.Todos están de acuerdo: "Las prácticas militares que se suceden a lo largo de seis meses al año han de cesar", y sin embargo, los representantes municipales y el Ministerio de Defensa continúan sin esclarecer cuándo finalizará el convenio que suscribieron en 1950. Aquel documento autorizaba el uso militar de la dehesa hasta el año 2001, mientras la División Acorazada de la base de San Pedro no encontrara otro lugar más idóneo donde continuar sus entrenamientos.

El principal objetivo del plan consiste en regular sobre todo el aprovechamiento ganadero y lúdico de la dehesa, a fin de prevenir la contaminación y el deterioro del ecosistema. Prohíbe la circulación de vehículos por otros lugares que no sean los caminos marcados en su interior; también veta todas las actividades deportivas que generen alteraciones en el suelo o afecten a los yacimientos arqueológicos. Por esa razón, los paseos en bicicleta o a caballo sólo se permitirán en número inferior a 10 bicicletas o cuatro caballos, mientras que en el caso contrario se considerará acto organizado para el que será necesario solicitar un permiso municipal como para cualquier otra actividad lúdica.

Esta última medida afecta sobremanera a los 20 centros hípicos o picaderos existentes en la misma comarca.

También los cazadores deberán tener en cuenta la nueva ordenanza. A partir de ahora, la caza ha quedado restringida a los empadronados en la localidad, que deberán respetar los periodos hábiles para este deporte y estarán obligados a recoger los cartuchos utilizados.

En cuanto al uso primordial de la dehesa, el ganadero se permitirá un máximo de 1.100 cabezas de vacuno, y si este cupo no quedara cubierto se ampliaría con el ganado caballar.

Según fuentes de la División Acorazada de la base de San Pedro, "la sierra del Palancar, en Hoyo de Manzanares, podría ser un marco idóneo para trasladar allí, este mismo año, las maniobras militares". Allí, un gran bosque es para algunos técnicos consultados "un paraje más adecuado".