La FAO acomete su descentralización para atajar el hambre sobre el terreno
Jacques Diouf, el técnico senegalés elegido hace cinco meses director general de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), prometió ayer, durante su primera conferencia de prensa, proceder a una fuerte descentralización de este organismo, con el objetivo de potenciar su presencia directa sobre la geografía del hambre e incrementar su eficacia. "Creo que tener a 120 expertos internacionales en Roma no es lo mejor que se puede hacer", afirmó Diouf, que también mencionó como inadecuado el hecho de que "la oficina de Santiago de Chile se ocupe de los problemas del Caribe".El proyecto directivo de Diouf, que ha sucedido en el cargo al libanés Edouard Saourna, quien dirigió la FAO durante más de tres lustros, incluye precisamente la apertura de cinco oficinas supragionales para América Latina-Caribe, África, Oriente Próximo, Europa y Asia-Pacífico, la creación de nuevas oficinas nacionales y la promoción de las existentes. Todo ello, sin incremento para los presupuestos, según destacó Diouf, que ilustró el problema alimentario mundial con una estadística poco alentadora: aunque la Tierra produce alimentos suficientes para los 6.200 millones de seres humanos que viven en ella, sólo en el Tercer Mundo hay 800 millones de malnutridos crónicos. 78 países ni siquiera logran cubrir su déficit alimentario con las importaciones; y dependen crónicamente de las ayudas. 45 de estos países pertenecen al continente africano, donde el producto agrícola per cápita descendió un 5% durante la pasada década, mientras la producción mundial superaba en un 4% el crecimiento demográfico. La perspectiva de que, para el año 2030, la población mundial haya alcanzado los 9.000 millones de habitantes contribuye a aumentar la preocupación, dijo Diouf.
El nuevo director de la FAO no quiso opinar sobre las causas del fracaso de otra propuesta de descentralización similar a la suya introducida en 1976 por el equipo de Saouma. También destacó que la organización tendrá un doble eje: un Departamento para el Desarrollo Sostenible, encargado de garantizar la aplicación de la cumbre de Río de Janeiro, y otro Departamento de Cooperación Técnica. Las mujeres tendrán una unidad específica para el estudio de sus problemas.
