Felipe González asume ante el PSOE que su Gobierno tiene escasa proyección política
Felípe González aceptó ayer por primera vez una crítica que desde la dirección del PSOE se le viene haciendo desde hace meses: el Ejecutivo tiene déficit de políticos en favor de los técnicos, lo que se traduce en una escasa proyección de la acción gubernamental hacia la sociedad. González se comprometió a que su Gabinete, a partir de ahora, "haga más política". El líder socialista recibió ayer el apoyo de la ejecutiva federal de su partido, tanto de guerristas como de renovadores, para mantener la política de alianzas con Convergència i Unió, aunque se comprometió a "hacer un mayor esfuerzo de diálogo, con otros partidos, así como con fuerzas sociales y sindicales". Nadie le pidió expresamente "un giro a la izquierda".
Los miembros de la ejecutiva le hicieron ver la necesidad de que CiU haga un gesto de mayor compromiso con los socialistas, a lo que Felipe González respondió que tiene la palabra de Jordi Pujol para apoyar los presupuestos del próximo año, así como otras medidas fundamentales para el Gobierno. Dejó abierta la puerta para que en el otoño presente ante el Parlamento la cuestión de confianza con la garantía de que Jordi Pujol dará sus votos para ratificar la acción gubernamental.Después de cinco horas reunido con la ejecutiva de su partido, González compareció ante los medios de comunicación relajado y sonriente. Por tres veces repitió su "satisfacción" por el "alto grado de cohesión encontrado" después de escuchar a 25 de los 30 miembros de la ejecutiva socialista.
Descalabro
La dirección del PSOE ratificó las líneas maestras de la política de González y le dieron su apoyo tanto como secretario general como en su labor de presidente del Gobierno. "Los compañeros saben que siempre estoy a disposición del partido, y máxime después de este descalabro electoral", dijo González, en la primera de las cuatro veces que utilizó el vocablo "descalabro" respecto al resultado de su partido en las elecciones europeas y andaluzas del pasado 12 de junio.El líder socialista escuchó de miembros de la ejecutiva reproches respecto a la escasa proyección de la acción del Gobierno e incluso el poco tacto para explicar a la sociedad las reformas económicas. En concreto, se puso el ejemplo de la amenaza constante sobre el recorte o incluso la desaparición del sistema de pensiones para un futuro aún sin determinar.
Por primera vez desde que se formó el Gobierno hace un año, Felipe González asumió que la acción de conjunto es poco "política". "Nadie me ha pedido un cambio de política, sino todo lo contrario, que se haga más política, más explicación a los ciudadanos". Felipe González añadió otra precisión: "Hemos hecho política socialdemócrata, pero se ha explicado de manera tecnocrática".
Mayor presencia pública y diálogo con los sectores a los que se dirige especialmente el Gobierno fueron las dos banderas que en la Ejecutiva Federal del PSOE se consideraron ayer imprescindibles para recuperar parte del apoyo perdido. La mayoría de los miembros de la ejecutiva dijeron en alto que el diálogo con el sindicato UGT resultaba casi imprescindible.
No hay giro a la izquierda. Eso, dijo ayer Felípe González, por la sencilla razón de que nadie en la ejecutiva se lo había pedido. "Nosotros ocupamos la izquierda desde un punto de vista real.", aseguró. Las dudas respecto a si González recibiría el aval de la dirección de su partido para continuar recabando el apoyo de Convergència i Unió se despejaron inequívocamente. Especialmente contento apareció el presidente del Gobierno al manifestar el apoyo recibido para continuar con los "nacionalistas moderados" como socios en la medida que ellos quieran.
Felipe González asumió el análisis de miembros de su ejecutiva, según los cuales la imagen de que los socialistas son rehenes de Convergència i Unió han perjudicado al PSOE notablemente en las pasadas elecciones.
A partir de ahora se intentará poner de manifiesto que el apoyo de la coalición que preside Jordi Pujol no tiene cheques escondidos, sino que sus apoyos benefician a toda España. "CiU es la fuerza política con la que más coincidencias tenemos en materia económica y para el proyecto europeo", explicó ayer González.
Izquierda Unida
El líder socialista no tuvo muchos problemas para explicar a los suyos que este pacto con los nacionalistas catalanes era el único posible, ya que, desde su perspectiva resulta difícil un diálogo fluido con Izquierda Unida.Esta apreciación ya la hacían los guerristas antes de que comenzara la reunión. También eran conscientes, guerristas y renovadores, que pedir en estos momentos a Felipe González un cambio de Gobierno resultaba inútil, aunque le insinuaron la conveniencia de hacerlo después de hacer preceder la sugerencia con la frase de que era competencia suya, como presidente del Gobierno, y que tenía las manos libres. "Los compañeros han sido bastante respetuosos en este sentido", informó.
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