Xabier Arzalluz ofrece los diputados del PNV para gobernar con el PSOE
Xabier Arzalluz presentó ayer de nuevo su semblante de estadista y su ambigüedad calculada. El presidente del PNV defendió a Felipe González por desechar tanto una cuestión de confianzacomo el adelanto de las elecciones generales. "González mantiene la cabeza en su sitio; la debilidad [al PSOE] le puede venir de su propia problemática interna". Incluso ofreció sus diputados para formar un Ejecutivo fuerte.
A cambio sólo pide un "planteamiento serio". Pero depués le hizo un guiño a José María Aznar, quien le ha invitado a cenar la semana próxima en Bruselas, y reflexionó en voz alta: "Igual conviene una pasada por el poder de una derecha renovada".Arzalluz sacó del baúl la careta de estadista para afianzar el discurso del presidente del Gobierno: ni cuestión de confianza y mucho menos elecciones generales. "Desearía que la legislatura terminara en su tiempo, ése es el primer síntoma de estabilidad política", dijo el presidente del PNV a la vez que aseguraba que ese horizonte político "no sería malo para el PP". La estabilidad institucional fue, una vez más, el argumento empleado por Arzalluz para sostener a González desde la distancia. Y mantuvo que si Jordi Pujol ha ratificado su apoyo al Ejecutivo que dirige González no entiende por qué la desconfianza recorre casi todos los despachos de los dirigentes del PSOE.
Arzalluz desea un Gobierno fuerte pero no está dispuesto a entrar en él "de pupílo". A su juicio, con de Gobierno bien pensada puede ser más eficaz y "daría resultado", sobre todo ahora que la situación económica "no es tan angustiosa". Sólo pide un "planteamiento serio" del PSOE para compartir tareas de Gobierno.
Pero a quien llamó ayer Arzalluz por teléfono fue a Aznar para hablar del despegue electoral de los populares. Arzalluz reconoce la creciente fortaleza del PP también en Euskadi, donde se ha quedado a menos de un punto del PSE-EE, actual socio de Gobierno de los nacionalistas vascos. "Tengo mucho interés en hablar con Aznar y él parece que también conmigo" reconoció.
Arzalluz aseguró que las dudas que han crecido en los últimos días en el PSOE sobre la legitimidad y la fortaleza del Gobierno no se corrigen con cuestiones de confianza. Aunque considera que lo mejor para la estabilidad de España es que se agote la legislatura, no duda de la necesidad, tal vez, de nuevos aires en La Moncloa. "Igual conviene una pasada por el poder de una derecha renovada, pero estoy sólo pensando en voz alta", dijo ayer ante un nutrido grupo de periodistas.
Arzalluz aprovechó también el encuentro de ayer para airear los malos resultados de Eusko Alkartasuna (EA) y, sobre todo, de Herri Batasuna. Del "hundimiento" de los primeros dijo que su partido "no va a meter aguijones en los problemas de otros".
El problema de HB, según Arzalluz, es que pierdan la batalla política, tal y como señalaba en sus reflexiones de hace dos años en Santo Domingo Eugenio Etxebeste, Antxon. El descenso electoral de HB-43.000 votos y pérdida de escaño en Europa- es "la derrota de KAS".
Muchas de las fidelidades electorales de HB se han ido a la abstención activa, según Arzalluz, quien finalizó señalando: "Vamos a ver qué tipo de reflexión hace KAS sobre estos resultados". De lo que no habló Arzalluz fue de Navarra, donde las tres fuerzas abertzales llegan justo al 15% del voto.
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