El Supremo de EE UU impide que se televise una ejecución

"Que no me maten, pero llegado el caso, que televisen mi ejecución", había dicho el condenado a muerte David Lawson. Pero sus deseos no se cumplieron. Lawson fue ejecutado en la madrugada de ayer en Carolina del Norte, sin que las cámaras filmaran el hecho. El Tribunal Supremo de Estados unidos no permitió la filmación, y Phil Donahue, veterano presentador de la televisión estadounidense, se quedó sin llevar la imagen en directo de la muerte a su programa cara al público. No obstante, Donahue pudo emitir la noche antes de la ejecución unas declaraciones del condenado pidiendo perdón a la familia del hombre al que mató en 1980.En su petición de que la ejecución se televisara, el periodista y el reo afirmaban que pretendían advertir a la sociedad sobre las consecuencias del crimen y sobre la pena de muerte. Hasta el último momento, los abogados de ambos lucharon por la autorización. John Hasty, letrado del periodista, aseguraba que no sería la primera vez que los norteamericanos vieran una ejecución real por televisión y citó como ejemplos las imágenes de los asesinatos del presidente John Kennedy y de Lee Harvey Oswald, "que el mundo entero vio en directo". En la televisión de EE UU es algo frecuente la emisión de entrevistas con asesinos famosos.

Phil Donahue argumentaba que quería "dar una lección moral al país" y que no pretendía subir la audiencia de su programa. Aseguraba que incluso perdería beneficios, ya que varios anunciantes retirarían su publicidad para no aparecer en el mismo espacio que una ejecución.